El control horario en las empresas cambiará en 2025 con la entrada en vigor de una nueva normativa que prohibirá el uso de registros en papel para el seguimiento de la jornada laboral. La medida busca modernizar los procedimientos y aumentar la transparencia en la gestión del tiempo trabajado.
Con esta nueva ley, las empresas estarán obligadas a implementar sistemas digitales que automaticen el registro de horas, proporcionando datos más precisos y accesibles en tiempo real para los trabajadores y la Inspección de Trabajo. Además, los registros digitales deberán estar protegidos contra manipulaciones y conservarse durante un período mínimo de cuatro años.
Se endurecen las sanciones
El cambio implica también un endurecimiento en el régimen de sanciones. A partir de la entrada en vigor de la normativa, las multas se aplicarán por cada trabajador afectado, en lugar de establecerse por empresa, como sucede actualmente.
Además, las cuantías de las sanciones también se incrementarán. Según el borrador conocido en junio, aunque aún no confirmado por el Ministerio de Trabajo, las multas oscilarán entre 1.000 y 2.000 euros en su grado mínimo; entre 2.001 y 5.000 euros en su grado medio; y entre 5.001 y 10.000 euros en su grado máximo. En la normativa actual, estas sanciones se sitúan entre 751 y 7.500 euros.