Miguel Ortiz Gimilo posa debajo del letrero de la ferretería que lleva su apellido. Es 11 de enero de 2024. Y eso significa dos cosas: que es el día de su 90 cumpleaños y que Ferretería Ortiz, el negocio que levantó junto a su mujer, sigue en pie como una de las referencias dentro del sector ferretero.
Su historia, como la de todos los que acumulan ya varias décadas a sus espaldas, no solo explica una biografía personal, sino una -o varias- épocas. De la localidad burgalesa de Belorado, donde nace en 1934, a Rancagua, en Chile. Después, La Rioja, Miranda de Ebro. Y Madrid, donde terminó por instalarse la ferretería cuando corría el año 1965. Posguerras, crisis, nuevos comienzos…
Hoy el establecimiento transita entre la segunda y la tercera generación, hijos y nietos de Miguel Ortiz. Ahora hay redes sociales, páginas web y ventas online. Todo lo que hace más de 50 años, cuando tiene lugar otra fotografía de Miguel Ortiz, en el mismo lugar pero en blanco y negro, era inimaginable.
Entre una y otra foto, el crecimiento de una ferretería, ahora regentada por Miguel Andrés Ortiz, hijo del fundador, que conserva los rasgos de las ferreterías de barrio pero que es una de esas empresas con un peso destacado dentro del sector, con cuatro puntos de venta en la Comunidad de Madrid. Uno de ellos, de casi 5.000 metros cuadrados en Leganés.
Aunque lejos de la operativa diaria del negocio, Miguel Ortiz Gimilo sigue de cerca la evolución del negocio y de los pasos que van recorriendo las nuevas generaciones de ferreteros. Guiados siempre por la experiencia y el consejo de quien tiene que contar. Y mucho.
