El pasado miércoles, asistí a la pre-inauguración de un nuevo centro de bricolaje en la localidad barcelonesa de Abrera. Se trata de un nuevo Bricocentro, que ocupa el lugar de un antiguo Bricorama.
Los asistentes que lo conocían -mayoritariamente proveedores- destacaban las enormes diferencias entre uno y otro modelo. El titular del post las refleja: De la sombra a la luz.
De un centro -el de Bricorama- que adolecía de luz, orden y criterio, a otro -el de Bricocentro- que es reflejo de los valores de ATB, solo que aplicados en un formato con más superficie y más regular.
De unos trabajadores desmotivados y presa de la incertidumbre de una compañía en retirada, a otros ilusionados por otra, que apuesta por un modelo probado y que funciona.

Hablan los proveedores
El centenar de empresas presentes en la inauguración, todas ellas proveedoras habituales de la franquicia, destacaban la seriedad de la propuesta, la valentía de la familia Leal -promotores de la tienda-, y la profesionalidad de todos los implicados en el proyecto.
Respecto a Bricorama, se hacían eco, entre otros aspectos, de:
- Falta de dirección y liderazgo
- Ausencia de criterio a la hora de comprar
- Olvido de las marcas
- Aplicación de una política de precios poco o nada competitivos
- Descuido del punto de venta
Por el contrario, Bricocentro es visto como un proyecto que:
- Transmite seriedad y confianza
- Incorpora lo mejor de la proximidad y de la gran superficie
- Mantiene una política coherente en cuanto a marcas y surtidos
- Aprovecha los huecos que dejan las grandes multinacionales
- Tiene el compromiso de un personal, al que cuida
- Y el de la familia propietaria que lo impulsa
Bricolaje mediterráneo
La apertura de Bricocentro en Abrera, al que se sumarán esta misma semana las de Verger y Onteniente, significa el desembarco de la franquicia en el mediterráneo.
Hasta ahora, los centros se distribuían en la zona centro-oeste del país (Castilla-León y Galicia, principalmente). Las aperturas de Barcelona, Valencia y Alicante, obligan a una adaptación de familias y surtidos. Me quedo con un ejemplo: menos alfombras y más piscinas.
El reto, en mi opinión, supone sacar a la franquicia de su zona de confort y aventurarse en terrenos desconocidos que deberán contar necesariamente con la ayuda de los proveedores. Cosa que se da por hecha, visto el poder de convocatoria.
Por cierto, la inauguración oficial se realizó el día siguiente y fue un éxito, tal como refleja la siguiente imagen.

Feliz semana