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Políticos contra el bricolaje

Por Juan Manuel Fernández

Los políticos de este país no acaban de sorprendernos y si no vean la foto que publicamos en www.cdecomunicacion.es. Cuando en varias instancias del sector se están debatiendo propuestas para artícular un plan que convenza al consumidor de que el bricolaje es una actividad gratificante y que además fomenta la actividad física y el ahorro, el excelentísimo ayuntamiento de Barcelona ha tenido la ocurrencia de aconsejar a sus vecinos que en vez de quedarse toda la tarde del domingo haciendo bricolaje en casa, dejen sus herramientas y vayan a ver museos, que es mucho más divertido y además te da cultura.

Como hombre de letras no me parece nada mal que se fomente la cultura -en este caso los museos- en una sociedad que se dedica mayoritariamente a ver programas de reality show en la tele durante cuatro o cinco horas al día. Lo que me parece no mal sino fatal es que se utilice como contrapunto la actividad bricoladora a la que se tacha entre otras cosas de aburrida. Me figuro que el creativo no ha colgado en su vida un cuadro o si lo ha hecho se ha debido machacar el dedo y alberga un indisimulable rencor hacia todo lo que tenga que ver con el hágaselo usted mismo. Y al político de turno, al que tampoco ha llamado dios por el camino del bricolaje, le ha hecho gracia la alusión, ja, ja.

Supongo que el Ayuntamiento de Barcelona no ha tenido en cuenta los cientos de ferreterías y establecimientos de bricolaje que pueden verse afectados por esta desafortunada campaña que, por otra parte, revertirá a la larga de forma negativa en el propio ayuntamiento porque las empresas del ramo tendrán menos beneficios, pagarán menos impuestos y se incrementarán las listas del paro.

Si alguien puede hacer algo -Gremi de Ferretería, ASEFEC, AFEB, por ejemplo- no estaría de más que exigiera al ayuntamiento barcelonés una contracampaña en la que se recomendase al personal, por ejemplo, poner macetas y jardineras en balcones, terrazas  y áticos, adecentar persianas y toldos, pintar barandillas y alféizares, barnizar ventanas y puertas de calle y cualquier otro tipo de actividad bricoladora que redundase en una mejor imagen de la ciudad y, por supuesto, después, ir al museo que les apetezca .

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Luis.
Luis.
12/12/2011 13:47

Esto es lo de siempre: lo que a unos beneficia (ferretrias y cadenas de bricolaje) a otros perjudica: a los artesanos profesionales.
Y la cultura nos beneficia a todos, seamos positivos: el bricolaje el domingo por la mañana, y los museos por la tarde, y a cuenta de todo esto hay una gran publicidad gratis!!! que nos esta recordando el bricolaje que nos queda por hacer. Quedamos hace tiempo que teniamos que ver el lado positivo y dejar de llorar.

Briconatur
Briconatur
12/12/2011 13:32

Seguimos viviendo, dentro y fuera del sector desde la visión de orillas enfrentadas. Supongamos por un instante que la idea de que las personas que tienen ciertas destrezas o habilidades manuales, otrora llamados artesanos, son más bien cortos de miras intelectuales y que necesitan de otras miras para ampliar horizontes. Supongamos que en esa contraposición de saberes y habilidades: la mano no obedece a la cabeza y que la cabeza prima sobre la mano. Para terminar, puestos a imaginar supongamos que la clase política se pone MANOS A LA OBRA y que dejan sus elucubraciones para reuniones familiares.
Políticos memos, estultos y cuasi inteligentes hay por doquier, aprovechemos lo que nuestras MANOS y CABEZA son capaces de idear, construir y soñar, para demostrar que nuestras manos también piensan, eso sí haciendo y practicando BRICOLAJE.

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