La compañía sigue así los pasos de otras multinacionales relacionadas con el sector de la ferretería y el bricolaje que dejaron de operar en territorio ruso, como Leroy Merlin, Ikea, Nilfisk, Obi o Roca.
Un año después de que anunciase su intención de salir de Rusia, y tras más de tres décadas operando en el mercado de ese país, Henkel se marcha definitivamente de la esfera rusa.
La compañía alemana ha emitido un comunicado en el que informa de que ha llegado a un acuerdo para la venta de sus actividades empresariales en territorio ruso a un consorcio de inversores financieros locales (Augment Investments, Kismet Capital Group y Elbrus Services), de los que no han trascendido más detalles.
La operación, que asciende a unos 600 millones de euros, “ya ha sido aprobada por las autoridades rusas competentes, aunque está pendiente del cierre definitivo”, han señalado desde la compañía.
Y, aunque es difícil encontrar información sobre estas tres empresas, desde la multinacional quieren dejar claro que “todos los adquirentes tienen relaciones comerciales establecidas en los países occidentales y no están sujetos a sanciones de la Unión Europea ni de Estados Unidos“.
Henkel sigue los pasos de Ikea, Nilfisk, Obi, Roca y Leroy Merlin
Con el anuncio efectuado por Henkel, la compañía se suma a otras muchas multinacionales que han abandonado el territorio ruso desde que se intensificó la guerra entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022. (No hay que olvidar que el conflicto existe desde 2014, y hasta el año 2020 ya se había cobrado la vida de más de 13.000 personas).
Las sanciones internacionales impuestas al régimen de Vladimir Putin desde que éste decidiera emprender una gran operación militar en territorio ucraniano no alientan a las grandes compañías a operar en el país. Recientemente fue el Grupo Adeo (propietario de Leroy Merlin) el que anunció que cesaba su actividad en Rusia. Mucho antes lo hicieron otras compañías relacionadas con el sector de la ferretería y el bricolaje como Ikea, Nilfisk, Obi o Roca.
