Ikea ha anunciado la “suspensión temporal” de sus operaciones en Rusia, y justifica esta decisión con los siguientes argumentos: primero, porque “apoyar la seguridad del personal” es prioritario para la compañía; segundo, por las “graves interrupciones en la cadena de suministro” que está ocasionando el conflicto ruso-ucraniano; y tercero, por la alteración que se está produciendo en las condiciones comerciales.
La multinacional sueca emitió este jueves, 3 de marzo, un comunicado oficial en el que explicaba las implicaciones de esta suspensión temporal de su actividad en Rusia:
- Se suspenden todas las exportaciones e importaciones dentro y fuera de Rusia y Bielorrusia (país este último del que no se ofrecen explicaciones específicas, aunque se entiende que la decisión adoptada por Ikea con respecto a Bielorrusia se derivaría de las estrechas relaciones que el país mantiene con el régimen de Moscú).
- Se suspenden (también temporalmente) todas las operaciones de producción de Ikea Industry en Rusia, lo cual significa, según explican desde la empresa, que todas las entregas de todos los proveedores a estas plantas también están “en pausa”.
- Se suspenden las operaciones de Ikea Retail, pero los centros comerciales Mega, que también pertenecen a la cadena sueca, “seguirán abiertos para garantizar que los ciudadanos rusos tengan acceso a sus necesidades diarias esenciales, como alimentos o productos farmacéuticos”.
Estas decisiones tendrán un impacto directo en 15.000 trabajadores de Ikea y, aunque no ha trascendido qué ocurrirá con ellos (desde el punto de vista laboral) a corto plazo, la compañía ha anunciado que asegurará su “empleo y estabilidad de ingresos” en un futuro inmediato, sin que la multinacional haya ofrecido más detalles.
Por otra parte, desde la compañía han informado de que la Fundación Ikea donará 20 millones de euros para la asistencia humanitaria de las personas que se han visto obligadas a desplazarse como consecuencia del conflicto, y que el grupo aportará 20 millones de euros al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y a la ONG Save the Children, entre otras organizaciones.
