A menudo, sólo prestamos atención a nuestra ferretería cuando detectamos alguna señal de alerta, y una de las más inquietantes consiste en la disminución de nuestras ventas. Sin duda, se trata de una de las señales más evidentes y preocupantes. Sin embargo, existen muchos otros indicadores que podrían pasar desapercibidos, pero que son igualmente significativos. Estos síntomas se han vuelto tan comunes que, a menudo, subestimamos su importancia real.
La rutina y la escasez de tiempo, junto con la falta de interés en comprender el funcionamiento interno de nuestra ferretería, alimentan esta actitud descuidada que se va acumulando y estableciendo los cimientos para un desempeño deficiente.
La lista de síntomas del mal funcionamiento es amplia, pero algunos son particularmente recurrentes y, en algún momento de nuestra trayectoria profesional, los experimentamos y se vuelven evidentes. Esto genera una serie de problemas que, en su mayoría, no reciben la atención necesaria. Esta falta de atención marca el principio del fin, ya que estas anomalías son aceptadas como parte de la rutina, cuando en realidad deberían ser abordadas con seriedad.
Primeros síntomas
Los primeros síntomas abarcan desde la disminución de las ventas y el margen hasta la pérdida de clientes, la falta de autoridad, el deterioro de las instalaciones, la escasez de liquidez y una alta rotación de empleados, entre otros. Esta lista podría extenderse aún más, incluyendo más de 30 o 40 síntomas que a menudo pasan desapercibidos.
No todos los problemas se manifiestan simultáneamente en todos los negocios, pero cuando enfrentamos alguno, independientemente de su gravedad, rara vez se resuelve por sí solo. Además, tiende a agravarse si no se toma acción de inmediato, y el descuido o la falta de importancia hacia estos problemas contribuyen a su crecimiento y degeneración.
La escasez de tiempo se convierte en la excusa más frecuente, llevándonos a pensar que todo está bajo control. No obstante, ante las primeras señales de que algo no marcha como debería, resulta crucial tomar medidas inmediatas. Es necesario corregir, ajustar, y analizar cualquier acción que confirme si nos encontramos frente a un problema o no.
Es fundamental examinar nuestra rutina diaria y, al detectar el más mínimo indicio de un problema o señal de disfunción, debemos tomar decisiones de inmediato para corregirlo o solucionarlo. No podemos permitirnos esperar hasta que sea demasiado tarde, ya que cada día que pasa el problema se agrava y las soluciones se vuelven más costosas. La noción de que el tiempo lo arreglará todo no es aplicable en el ámbito empresarial, donde la inacción frente a los primeros síntomas de un problema tiende a empeorar las cosas con el tiempo.
El síntoma del cangrejo
Los primeros indicios de problemas abarcan desde la disminución de las ventas, afectando aproximadamente al 48 % de los casos, hasta la pérdida de clientes y una menor afluencia a la ferretería. La liquidez también actúa como una señal de alerta, evidenciando tensiones en la tesorería y retrasos en los pagos comprometidos. Estos síntomas marcan apenas el inicio del deterioro, que puede conducir al “sistema del cangrejo ferretero”, donde retrocedemos en lugar de avanzar, ya sea a una velocidad rápida o lenta.
Es vital no dejar al azar el futuro de nuestra ferretería. A pesar de que el sector ofrezca diversas oportunidades gracias a la amplia gama de clientes y sectores a los que sirve, así como a las soluciones que proporciona, no podemos hacer caso omiso de los problemas y culpar a factores externos como la crisis o la venta online. Debemos reconocer nuestras deficiencias, analizar las prácticas exitosas de otros y estar dispuestos a cambiar y mejorar.
Es factible cambiar el rumbo de nuestra ferretería si nos comprometemos a hacerlo. No debemos permitir que la falta de conocimiento y de interés se conviertan en obstáculos para el éxito. Cuando nos enfrentamos a dificultades, lo mejor es buscar ayuda de un consultor especializado en optimización y estrategia del punto de venta de ferretería. Inyectar dinero en un negocio mal gestionado no resolverá el problema. Es crucial identificar la raíz del problema, evaluar su magnitud y buscar soluciones efectivas que nos permitan generar riqueza en lugar de simplemente parchar problemas temporales.
Se puede superar cualquier situación, si contamos con la información adecuada y actuamos en el momento oportuno. No podemos permitir que la comodidad o la inacción nos conduzcan al fracaso. Es fundamental estar dispuestos a cambiar y mejorar constantemente para asegurar el futuro próspero de nuestra ferretería.
Sugerencias y comentarios:
- Es necesario conocer todo lo bueno y lo malo que ocurre en nuestra ferretería a diario.
- Dejar que el tiempo solucione los problemas no es la mejor herramienta de trabajo.
- La inmediatez y la agilidad en actuar forman parte de la solución a los problemas en nuestra ferretería.
- Existe solución siempre que sepamos lo que nos ocurre. Y esto lo posibilitan los síntomas que nos aporta a diario nuestra ferretería, que debemos seguir y controlar.
Autor: Antonio Valls
Antonio Valls, director general de SystemShop Consulting S.L. Autor del libro ‘F de Ferretería. Manual para la Ferretería del siglo XXI’.
Con más de 24 años de experiencia en gestión e innovación en el punto de venta, Antonio Valls es un apasionado del sector de ferretería y bricolaje.
SystemShop Consulting S.L. es una empresa especializada en la optimización e innovación en el punto de venta (retail). Busca y da soluciones efectivas a cualquier problema: imagen del establecimiento, ‘lay out’, formación del personal, imagen corporativa, gamas de producto, negociaciones con proveedores, gestión de compras, ‘mystery shopper’, implantaciones, iluminación, rotulación y señalización, escaparates, gestión del punto de venta, indumentaria, distribución interior, decoración interior del establecimiento, lógica de funcionamiento.
