En el barrio de Triana, uno de los más icónicos de Sevilla, fútbol, familia y tradición se entrelazan con historias como la de Agro-Gomas y Luis Rodríguez Fontanilla. Durante más de 30 años, Luis fue delegado de campo del Real Betis Balompié, desempeñando un papel crucial en los días de partido, y al mismo tiempo dedicó más de dos décadas a presidir el Triana Club de Fútbol, equipo del barrio con más de un siglo de historia.
Ese legado de compromiso con el deporte y la comunidad perdura a día de hoy a través de Agro-Gomas, la empresa que dirige Luis Rodríguez hijo y que, temporada tras temporada, mantiene su apoyo al club trianero.
Agro-Gomas une su pasión por el deporte y sus raíces trianeras
Agro-Gomas lleva años patrocinando al Triana, en una relación que va más allá del simple apoyo económico. La familia Rodríguez, con raíces profundamente ligadas al barrio, ha jugado, dirigido y apoyado al equipo desde siempre. “Casi todos los hijos y nietos de Luis han jugado en el Triana”, comenta Víctor Pérez, actual responsable de marketing de Agro-Gomas.
Este compromiso, que refuerza el lazo entre la empresa y el equipo, además conecta a Agro-Gomas con los valores del barrio, el esfuerzo colectivo y la pasión por el deporte. El patrocinio, además, aporta al suministro una visibilidad significativa en el ámbito local y una relación especial con el entorno deportivo. Pero para la familia Rodríguez y la entidad, lo esencial es la gratitud de colaborar con un equipo tan histórico como el Triana, fundado en 1919.
Ese espíritu se extiende también al Real Betis, donde Luis Rodríguez Fontanilla fue homenajeado por el club tras sus tres décadas de servicio como delegado de campo. Un gesto que destaca la importancia de cómo el deporte y las empresas locales pueden ser motores de cohesión en barrios como Triana, donde las historias de fútbol y vida están siempre entrelazadas.
Para Agro-Gomas, ser parte de esta tradición significa algo más que un patrocinio: es seguir impulsando una herencia de valores, comunidad y pasión por el deporte que permanece viva tanto en el barrio como en el césped.