El Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), dependiente del Ministerio de Hacienda, ha modificado su criterio sobre las deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades para proyectos de I+D+i. Este cambio, adoptado en una resolución del pasado 21 de octubre, se alinea con la doctrina fijada por el Tribunal Supremo en una sentencia del 8 de octubre, que establece que los informes emitidos por el Ministerio de Ciencia y Tecnología son vinculantes para la Agencia Tributaria.
Así, Hacienda no podrá rechazar las deducciones aplicadas por las empresas en base a gastos o inversiones que ya hayan sido evaluados positivamente por el Ministerio.
El TEAC aclara que esta vinculación no sólo afecta a la calificación de los proyectos como parte de la categoría I+D+i, sino también a las inversiones y gastos que hayan sido aprobados en los informes. Esto supone un avance en la seguridad jurídica de las empresas al aplicar deducciones fiscales, eliminando posibles controversias con la Administración Tributaria y facilitando un entorno más predecible para el impulso de la innovación tecnológica.
En los suministros industriales, donde la innovación juega un papel esencial para responder a las demandas de sectores como la industria, la construcción y la logística, este cambio adquiere especial relevancia. Muchas empresas del sector desarrollan o participan en proyectos de innovación tecnológica, ya sea mediante la creación de nuevos materiales, la implementación de herramientas digitales o la mejora de procesos productivos.
Este nuevo criterio del TEAC reduce la incertidumbre para estas empresas al planificar inversiones en tecnología, permitiéndoles beneficiarse de los incentivos fiscales disponibles.
Por otro lado, el fallo del Supremo y la adopción de este criterio por parte del TEAC también refuerzan la relación entre el sector de suministros industriales y la industria nacional. Los avances en deducciones pueden fomentar la colaboración entre fabricantes y distribuidores para desarrollar soluciones más innovadoras, sostenibles y ajustadas a las necesidades del mercado.
Este marco más favorable para la I+D+i supone un incentivo adicional para que las empresas del sector apuesten por la diferenciación tecnológica como herramienta clave para su crecimiento y competitividad.