La vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos plantea un escenario de incertidumbre para diversas industrias europeas, y el sector de suministros industriales no es una excepción. Las políticas comerciales y económicas aplicadas durante su mandato anterior generaron tensiones entre la Unión Europea y Estados Unidos, especialmente en el ámbito de los aranceles y las relaciones comerciales con China.
Si el nuevo presidente volviera a introducir estas medidas, como así parece (ha prometido incrementarlas más incluso), podrían modificar significativamente el entorno operativo de los suministros industriales, algunos de los cuales dependen de las exportaciones, del acceso estable a materias primas y de un marco regulatorio claro en temas ambientales.
Nuevas barreras comerciales e impacto en las exportaciones
Los suministros industriales españoles, al igual que el resto de empresas a nivel europeo, podrían enfrentar mayores barreras de acceso al mercado estadounidense si la nueva administración de Trump optara nuevamente por medidas proteccionistas, como la imposición de aranceles a productos industriales.
Durante su primer mandato, Trump implementó políticas arancelarias sobre el acero, el aluminio y otros productos europeos, encareciendo sus precios y limitando la competitividad de las exportaciones. En este sector, el aumento de los aranceles afectaría directamente a componentes como herramientas, equipos de protección industrial (EPI) y maquinaria. Para muchas empresas europeas que exportan estos productos a Estados Unidos, esto podría representar una reducción en los ingresos o la necesidad de buscar nuevos mercados fuera de Norteamérica.
Por contextualizar, España fue el séptimo mayor exportador a Estados Unidos durante el 2023. Las cifras que recoge el Observatorio de Complejidad Económica, correspondientes a julio de este año, revelan que Estados Unidos exportó 1,66 mil millones de dólares e importó 1,99 mil millones de dólares desde España, con un balance comercial negativo de 336 millones de dólares.
Repercusión en las cadenas de suministro y la digitalización del sector
Otro aspecto crítico sería la presión en las cadenas de suministro. Trump ha abogado históricamente por repatriar cadenas de suministro clave a Estados Unidos, incentivando la producción nacional y buscando limitar la dependencia de proveedores extranjeros, especialmente en sectores estratégicos.
Esta política podría acarrear restricciones en el acceso a ciertos componentes y materiales, lo cual afectaría a los fabricantes europeos que dependen de una red de proveedores internacionales. Además, una renovada confrontación con China podría incrementar las tensiones comerciales, dificultando el acceso a materias primas como el acero y el aluminio, esenciales para los suministros industriales. Esto podría forzar a las empresas a buscar proveedores alternativos o a enfrentar mayores costes por un incremento de precios en la producción.
España fue el séptimo mayor exportador de Estados Unidos durante el 2023
La digitalización y la automatización del sector podrían también verse ralentizadas, ya que muchas empresas dependen de tecnología avanzada procedente de países asiáticos. Una administración con políticas restrictivas en el comercio de productos tecnológicos complicaría el acceso a dispositivos y software de automatización, limitando la modernización de las plantas europeas y afectando a los servicios de control de inventario y otros procesos clave en el sector.
Estos aranceles afectarían el coste de componentes clave utilizados en la digitalización y automatización, como sensores, microchips, semiconductores y dispositivos IoT (objetos a los que se les ha dotado de conexión a Internet y cierta inteligencia software), que en gran medida son fabricados en China. Si estos productos son gravados, el impacto en los precios podría trasladarse al mercado global, donde las empresas europeas también dependen de estos productos para avanzar en sus proyectos de digitalización.
Esto podría elevar los costes de adquisición de tecnología avanzada para las empresas en Europa, afectando especialmente a sectores como el de suministros industriales, que requiere equipamiento actualizado para mejorar su eficiencia operativa y logística.
Además, la imposición de barreras comerciales entre Estados Unidos y países asiáticos podría ocasionar una escasez de estos productos en el mercado global. Las restricciones en el flujo de componentes y productos tecnológicos podrían afectar a las empresas europeas si los proveedores asiáticos priorizan otros mercados o limitan la exportación hacia Occidente.
Cambios en sostenibilidad y competencia en el mercado europeo
Las políticas ambientales también podrían experimentar cambios. Trump se mostró reacio a seguir compromisos internacionales en sostenibilidad y retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París durante su mandato. Este tipo de medidas afectaría la cooperación entre Estados Unidos y Europa en temas ambientales, lo cual podría impactar en la transición hacia energías limpias en sectores industriales.
Los suministros industriales, que en su mayoría han adoptado prácticas sostenibles y se han alineado con las políticas de sostenibilidad de la UE, podrían ver reducida su competitividad en el mercado estadounidense, donde no existirían los mismos incentivos y regulaciones ambientales.
Por otro lado, las tensiones comerciales podrían generar un incremento de productos industriales estadounidenses en el mercado europeo. Si la administración estadounidense subvenciona a sus fabricantes nacionales o reduce sus regulaciones ambientales, los suministros industriales de Estados Unidos podrían ofrecer precios más competitivos en Europa, incrementando la competencia para los proveedores europeos en su propio mercado.
La vuelta de Donald Trump a la presidencia trae consigo varios desafíos para el sector, desde barreras comerciales y presión sobre las cadenas de suministro hasta un posible cambio en las políticas ambientales. Frente a estos escenarios, las empresas europeas podrían verse obligadas a reevaluar sus estrategias de mercado, fortalecer sus inversiones en proveedores locales y explorar nuevos mercados de exportación.