El primer cepillo Barbosa, de elaboración artesanal, vio la luz en un taller de Ourense de 40 m2 cuando corría el año 1936. Casi 100 años después, bajo el mismo nombre comercial Barbosa y la marca Universal, la compañía “sigue poniendo el mismo cariño en todos sus procesos”, indican.
Las tres generaciones al frente de la empresa han ido evolucionando el producto y añadiendo valor al proceso de comercialización y fabricación de los artículos de Barbosa, que hoy parten de unas instalaciones de 50.000 m2 donde se combinan las nuevas tecnologías y el diseño de una amplia gama de soluciones para el consumidor.
A partir de la dimensión provincial en los orígenes, la compañía se ha transformado en una extensa red nacional, que cuenta con una división internacional focalizada en América Latina, Europa del Este y norte de África.
Una evolución que, como destacan desde Barbosa, también se ha visto reflejada en el ámbito digital. El pasado mes de junio, la compañía renovó su página web para hacerla más actual, accesible, visual e intuitiva para los usuarios.
Asimismo, la empresa gallega ha lanzado diversos vídeos para presentar sus productos alrededor de diferentes conceptos, como por ejemplo el valor de compartir momentos con la familia.
Este crecimiento de Barbosa también queda patente en la participación en las principales ferias del sector.
“Gracias al esfuerzo de todo el equipo de profesionales con el que contamos en nuestra plantilla, a nuestros proveedores y a la confianza de todos nuestros clientes, hemos conseguido crecer en el sector a lo largo de todos estos años, para posicionarnos entre las marcas de referencia en el mercado ferretero y en el sector limpieza”, indican desde Barbosa.