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Ferretería solidaria, gracias

Por Juan Manuel Fernández

Hoy, 20 de abril de 2020, reanudo mi actividad para decir, lo primero: “Ferretería solidaria, gracias”. Y, lo segundo, para mostrar mi orgullo por pertenecer a un sector en el que trabajo desde hace 35 años, que está demostrando, en esta crisis tremenda del Covid-19, una solidaridad y un compromiso con la sociedad, impresionantes.

El 16 de marzo, en mi último post publicado hasta la fecha, presumía de estar luchando contra el coronavirus, teletrabajando.

El día 17, el Covid-19 contraatacó y el 23 consiguió tumbarme, momento en el que me encomendé al personal sanitario del Hospital Ramón y Cajal, que tras doce días de pelea consiguió sacarme adelante.

Un ejemplo de la solidaridad del sector de ferreteria y bricolaje lo ilustra esta foto de Suministros de Ferretería Madrid, que consiguió -en colaboración con otras empresa de Alcalá de Henares- entregar al Hospital Universitario Príncipe de Asturias 10.500 mascarillas FFP2.

Durante esos días, y los posteriores en casa, recuperándome de los efectos de la neumonía provocada por el virus, he seguido cada día la información que el resto del equipo de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje, y la prensa, en general, publicaba sobre los gestos solidarios de fabricantes, distribuidores y detallistas (y son solo una pequeña muestra) del sector.

Emocionante

Y reconozco que me emocionaba con cada uno de esos gestos, viviendo como vivía en primera persona la escasez de medios de protección con la que los sanitarios del hospital luchaban a brazo partido contra la pandemia. Faltaban mascarillas, pantallas protectoras, batas, gafas…

Cada vez que leía que tal o cual ferretería había donado alguno de estos productos a un hospital o que cierto proveedor había cambiado su línea de producción para fabricar alguno de los artículos de protección que escaseaban, no podía dejar de pensar en el magnífico ejemplo de solidaridad que significaba que negocios que no podían mantener su actividad normal, encima, se mostraran tan comprometidos y generosos con la ciudadanía, en general, y con los que luchaban en primera línea en hospitales, residencias, etc. para salvar el máximo de vidas posible, en particular.

Ferretería, actividad esencial

Reivindicaba en mi post de marzo que la ferretería y el suministro industrial y de la construcción eran comercios de primera necesidad -esenciales- como farmacia de guardia para suministrar materiales y productos en obras de todo tipo, reparaciones, mantenimiento e industria en general.

Desgraciadamente, no disponemos de interlocutores suficientemente representativos que lo defiendan ante las administraciones públicas.

No me consta que organizaciones como AFEB, ADFB y AECOC, que agrupan a fabricantes y distribuidores, no hayan peleado por reivindicar la importancia del sector. O que el Gremi de Ferreters de Catalunya o AGREFEMA, no hayan hecho lo imposible por mantener abiertas las tiendas.

El resultado, en todo caso, es que la paralización del sector ha sido casi total. No ha pasado lo mismo en otros países europeos -más bien al contrario- o en Estados Unidos.

Y, según estamos viendo, cuando un país de nuestro entorno empieza a tomar medidas para desescalar el confinamiento, las ferreterías y centros de bricolaje están siempre entre los primeros que pueden abrir al público.

Lo acertado de esas medidas se confirma al ver las largas colas que se forman en los comercios de ferretería y bricolaje cuando por fin vuelven a abrir sus puertas.

Optimista, con reparos

La reapertura de los centros de bricolaje en países como Austria o Chequia, ha supuesto largas colas de consumidores y usuarios. Podría darse un fenómeno parecido cuando se reabran en España.

La situación del mercado a mediados abril es de gran incertidumbre. Se empieza a hablar de rebajar el nivel de confinamiento y de empezar a impulsar la actividad económica. En este nuevo escenario cabe pensar que:

  • Las ferreterías y centros de bricolaje serán de los primeros comercios que puedan abrir al público.
  • Si se superan los miedos al contagio, la afluencia de público será significativa.
  • El importe de los tickets de compra estarán por encima de la media de los últimos meses, anteriores a la declaración del estado de alarma.
  • La situación climática y las ganas de estar al aire libre harán que la temporada de jardín sea tan buena o incluso mejor que la de 2019.
  • También se espera un fuerte repunte en materiales y artículos para realizar manualidades en el entorno familiar.
  • La demanda de EPIS seguirá en máximos hasta por lo menos final de año.
  • Según el grado de confinamiento y las condiciones climáticas que haya en los meses de verano, se pueden disparar el consumo de ventiladores, deshumidificadores y aparatos de aire acondicionado.

Mientras tanto, estoy seguro de que el sector seguirá dando ejemplos de solidaridad y compromiso con la sociedad, lo cual hace que me despida como empecé: ¡Ferretería solidaria, gracias!

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