Así no, Obramat

Así no, porque no todo vale.

Es lícito, faltaría más, que un grupo empresarial pida a un proveedor que baje los precios; es lícito y, además, no es moralmente reprobable. Lo que es reprobable son las formas… y amenazar no es el camino. No, al menos, desde un punto de vista ético.

Y eso es lo que ha hecho Obramat. Amenazar a los proveedores para que bajen el precio de sus productos; y si no lo hacen, que se atengan a las consecuencias. Y los proveedores se han cabreado… y con razón.

Amenazar no es el camino

Porque, y permitidme la expresión, la acción que ha hecho Obramat (lo cuento a continuación) es más propia de un ‘matón de barrio’ que de una gran empresa que presume de serlo. Vamos, que ha tenido muy poco estilo, aunque desde la compañía argumenten, y así nos lo han hecho llegar de manera extraoficial, que no “pretenden, bajo ningún concepto, que los proveedores bajen sus márgenes, sino que mejoren sus procesos”.

Bien, pues me voy a explicar… y reitero que Obramat ha tenido muy poca elegancia con su forma de proceder.

Obramat envió el mismo comunicado a todos los fabricantes

A principios de junio, Obramat envió un comunicado a los fabricantes (a todos el mismo, sin contemplar cada caso de manera personalizada).

En él, les pedía que revisaran el precio de sus productos y que “revirtieran” el porcentaje que habían subido en los últimos años como consecuencia del encarecimiento de los fletes marítimos, de materias primas, de la indisponibilidad de semiconductores, de la guerra en Ucrania, etc.

Le ‘compro’ a Obramat la versión de que “es un ejercicio de responsabilidad bajar los precios”

Hasta ahí, todo puede parecer razonable, y hasta le ‘compro’ a Obramat la versión que nos han dado fuentes de la compañía de que “es un ejercicio de responsabilidad social el bajar los precios para que los consumidores tengan mayor poder adquisitivo”.

(Abro aquí un paréntesis para hacer constar que, si bien es cierto que algunos costes se han ido normalizando, la mayor parte de ellos no ha vuelto a los niveles prepandemia, que han ido surgiendo nuevos costes, que algunos fabricantes aún están lejos de haber compensado los incrementos históricos de costes, y que en el reciente Foro de Verano de AFEB muchos fabricantes han asegurado que, en lo que llevamos de año, sus márgenes se han mantenido estables o se han reducido. Cierro paréntesis).

Y es que, durante los años precedentes, y a raíz del COVID-19, estos fabricantes, en mayor o menor medida, repercutieron los costes de fletes, materias primas, energéticos, etc. en el precio de sus productos.

Muchos fabricantes tuvieron que ajustar márgenes para que los precios no subieran desorbitadamente

El que más o el que menos, también tuvo que ajustar márgenes para que los precios no subieran desorbitadamente. Muchos lo han admitido recurrentemente en los distintos foros en los que han participado (y a los que yo he asistido) en los últimos años.

Pero la situación actual (y partiendo de la base de que el sector de la ferretería y el bricolaje experimentó un ‘boom’ pospandemia -constatable- del que ya hemos hablado en diversas ocasiones en este medio) dista mucho de la que había antes de que el COVID-19 irrumpiera en nuestras vidas.

Cambio de terminología

Unos costes han tendido a bajar… y otros, a subir. En cualquier caso, cada empresa es un mundo, y por ello habría que contemplar cada caso de manera individualizada.

Pero Obramat ha hecho lo siguiente:

Después de un primer comunicado (para todos el mismo) en el que les instaban a revisar los precios, empleando una terminología amable y carente de suspicacia (“agradeceremos revisasen el precio de compra de sus productos” o “agradeciendo de antemano su colaboración y ayuda”), llegó el siguiente comunicado, tras la negativa de algunos fabricantes a ceder a las pretensiones de Obramat.

Obramat envió el mismo comunicado a todos los proveedores, sin estudiar cada caso de manera personalizada

Y en ese segundo comunicado (el mismo para todos los proveedores, sin estudiar cada caso de manera individual), la terminología empleada era bien distinta, a saber:

“Os alertamos de una destacable pérdida de competitividad en parte de vuestro portfolio de producto frente a otras opciones de compra, evidencia que por sí misma ya recomendaría valorar la opción inminente de reemplazo“.

“En este contexto, trasladarte (…) nuestra recomendación de revisar referencia a referencia las oportunidades de mejora existentes (…), trasladándonos vuestra propuesta final aterrizada a la referencia (…) y con la información recibida realizaremos el preceptivo comparativo, redefiniendo nuestro posicionamiento en términos de estrategia compra proveedor, avanzando sin posibilidad de reversión, en nuestro Plan de Compras 2023 – 2025“.

Este segundo comunicado concluía de la siguiente manera (el texto estaba escrito tal y como se reproduce, es decir, en mayúsculas):

“SIN MÁS COMUNICACIONES AL RESPECTO. Un saludo”.

Obramat, por el momento, no ha dejado de comprarles

Las fuentes consultadas de Obramat nos aseguran que están negociando con todos los proveedores y no les piden que reviertan el 100 por cien del incremento, pero también admiten que “siempre” buscan relaciones con el proveedor “de máxima exigencia“.

No se puede ir de gran empresa cuando los actos no acompañan al supuesto prestigio que tiene una firma

También es cierto que, a pesar de la negativa de los fabricantes, Obramat, por el momento, no ha dejado de comprarles sus referencias. De momento…

Dicho todo lo anterior, sostengo lo que he planteado desde el principio. Y añado: no se puede ir de gran empresa cuando los actos no acompañan al supuesto prestigio que tiene una firma. No cabe una menor muestra de elegancia.

Os leo en el apartado de comentarios.

M.Ángeles Moya

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