El año pasado, las piscinas se agotaron rápidamente, pero hubo suministro después del confinamiento (es decir, justo en los meses de verano), porque todavía había producto. Este año el panorama ha cambiado. “Quien no haya planificado, quien no haya reservado, quien no haya confirmado sus mercancías (y aún así puede tener problemas)… será muy complicado que pueda vender piscinas este verano”. Así de contundente se muestra Ignacio Oyarzun, director de Marketing de Kovyx. “El que no las haya pedido todavía, que lo haga ya, y a ver qué se puede hacer“, avisa.
Porque este año la problemática es mucho más compleja que en 2020. La reactivación del comercio a nivel mundial tras el parón que provocó el COVID-19 supuso un incremento de la demanda sin precedentes, por lo que aumentó el precio de los fletes, se produjo escasez de contenedores, y las materias primas comenzaron a ser insuficientes y con un altísimo nivel de cotización. Esos problemas continúan.
Por ello, hay distribuidores como Cadena 88 que a principios de año ya se quedaron sin piscinas. Tal y como explica Javier Claver, director de Marketing de la compañía, “ofrecimos las piscinas en preventa durante el mes de enero antes de recibir los contenedores, compramos más del doble que el año anterior y fuimos desbordados por la demanda, en cuanto llegaron los contenedores, se sirvieron en su totalidad“.
En el caso de Coinfer, su presidente, Javier Calabuig, asegura a C de Comunicación que, de momento, sí disponen de piscinas. “Hemos comprado más que el año pasado, hemos hecho acopio y, en estos momentos, y aunque ya las estamos vendiendo, sí disponemos de este producto”.
En otros casos, y ante la previsión de que no se pueda atender toda la demanda, se han sacado de catálogo. Es el caso de Coferdroza, que ha explicado así a sus clientes la situación actual en cuanto a la disponibilidad de piscinas: “Desde hace unos meses, nuestros principales proveedores nos están comunicando la imposibilidad de garantizar un surtido y abastecimiento regular, debido a la subida y escasez de materias primas como el acero”. Por ello, la compañía tendrá piscinas, “pero como no podemos garantizar un surtido regular, preferimos no publicitarlas“, añaden desde Coferdroza.
Santiago Mouriño, gerente de Bricocentro, alerta de que “en los meses de verano ya no habrá piscinas“. En el caso de esta franquicia de centros de bricolaje, “el ritmo de ventas está siendo muy bueno”, afirma su gerente. De hecho, “no disponemos de todas las que nos gustaría -explica-, en algunas zonas de España ya nos hemos quedado sin ellas y algunas franquicias ya no tienen prácticamente stocks“. Mouriño asegura que la situación de este año “es mucho peor que en 2020”, y vuelve a poner el punto de mira en los fletes (cuyos precios se han quintuplicado en algunos casos), los contenedores y las materias primas.
Dificultad de suministro
Y es que, tal y como explica Oyarzun, “estamos en una situación de dificultad de suministro, a nivel global, desde principios de año; no tenemos todo el producto que nos gustaría para abastecer al mercado” y, aunque en Kovyx se están realizando “todos los esfuerzos necesarios”, Oyarzun aclara que hay un “exceso de demanda”. De hecho, la empresa ya tiene “todo comprometido, todo asignado”; tienen, no obstante, “unas pequeñas fluctuaciones para los canales directos de venta (B2C), pero prevemos una rotura de stock en medio de la temporada“, porque, según afirma, los calendarios de entrega (por los problemas con los fletes y los contenedores) “van a hacer difícil que podamos abastecer a todos nuestros clientes y a todos los distribuidores”.
Y así las cosas, el director de Marketing de Kovyx avanza que, aunque habrá “un periodo en la campaña” en el que no se recibirán productos, “volverá a haber en septiembre“, una vez se supere el colapso en el tránsito internacional de mercancías. Por ello, insiste en que este año “va a estar complicado, porque -concluye- no habrá espacio para comprar”.