Pinturas MONTÓ, en colaboración con el estudio de arquitectura Fran Silvestre Arquitectos, ha presentado su nueva carta de colores neutros, una propuesta que une arte, diseño y arquitectura bajo una visión compartida: el equilibrio entre el color, la luz y el espacio.
Más de 200 arquitectos y prescriptores (interioristas, decoradores, etc) asistieron al evento de presentación, donde se dio a conocer una paleta compuesta por diez colores, pensada para armonizar todos los acabados en los proyectos arquitectónicos.
El Blanco Absoluto ahora es una realidad
El eje conceptual de esta carta es la búsqueda del blanco perfecto, un desafío constante en la historia de la arquitectura. De esta colaboración surge el “Blanco Absoluto”, un tono desarrollado junto a Fran Silvestre que destaca por su pureza y su capacidad de realzar la luz natural y artificial en cualquier ambiente.
Desde el concepto más puro del color, nace este blanco, “no solo como un color, si no como una manera de entender el espacio”.
Los neutros, los grandes aliados
A partir de este blanco, la carta se organiza en dos gamas complementarias:
- EOS, compuesta por cinco tonos fríos, pensados para espacios que buscan serenidad, limpieza y modernidad.
- GEA, con cinco tonos cálidos, que aportan proximidad, equilibrio y confort a cada superficie.
Más allá de la estética: una manera de unificar el espacio
Esta nueva carta no solo se distingue por su concepto estético, sino también por su versatilidad técnica.
No es solo una herramienta cromática, sino una declaración de intenciones: integrar el color en la arquitectura como un elemento silencioso, pero fundamental, capaz de generar espacios coherentes tanto en el interior como en el exterior de la vivienda.
Cada uno de los colores se formula en distintas versiones para que se puedan adaptar a los diferentes soportes y elementos constructivos: paredes, techos, pavimentos horizontales, puertas, mobiliario y otros elementos constructivos.
