En la más absoluta oscuridad. Así nos encontramos en algunas ocasiones. Tanto personal como profesionalmente.
Pero pocas veces nos paramos a pensar en lo que de verdad signfica esa expresión, desde un punto de vista físico, es decir, desde la ceguera.
Ayer, como ya te conté, celebramos la convención del Grupo C de Comunicación. Entre otras actividades, vivimos una experiencia única: la de comer en la oscuridad total.
Sin saber cómo era el espacio donde estábamos ni, por supuesto, lo que estábamos comiendo.
El resto de sentidos se agudizan, pero los tenemos tan poco entrenados… Dependemos tanto de la vista…
Nos sentimos tan inseguros… Afloran nuestros miedos e inquietudes: a la oscuridad, a permanecer en espacios cerrados desconocidos, a no ser capaz de desenvolverte en una situación tan frustrante.
Una gran lección de vida.