Aunque continúa la ralentización generalizada de la demanda de materias primas industriales, así como la tendencia general a la caída de precios, en el momento actual se observan diferencias en las tendencias de precios de metales como el aluminio, el cobre y el acero.
Así lo pone de manifiesto el Observatorio vasco de materias primas industriales, que ha elaborado un informe en el que analiza la evolución de los precios de los metales mencionados y realiza una previsión de futuro, sobre la base de los elementos de juicio de los que dispone en estos momentos.
En términos generales, se prevén unos niveles de precios “más moderados a corto plazo“, aunque, según señala el informe, “podrían ocasionarse nuevas disrupciones en la cadena de suministro si se limita el comercio de los metales rusos”.
Consecuencias de prohibir los metales rusos
Y es que, según se refleja en el análisis del Observatorio, la Bolsa de Metales de Londres (LME) se estaba planteando prohibir los metales rusos, aunque según las últimas información el veto no se producirá, a pesar de que son muchos los agentes de valores que están presionando a la entidad para que lo haga.
Si en el futuro se produjese una medida de estas características, podrían crearse nuevamente problemas en las cadenas de suministro internacionales, según el Observatorio vasco de materias primas industriales. En cualquier caso, “varias empresas occidentales ya han dejado de consumir” estos metales procedentes de Rusia, lo que está generando “riesgo de stock” en los almacenes de la LME que podría producir un descenso en los precios.
En este primer artículo (de tres que se irán publicando en los próximos días), reflejamos los datos relativos al aluminio (demanda, suministro, precios y stock), según el informe elaborado por el Observatorio. En las dos noticias posteriores se hará lo propio con el cobre y el acero.
Aluminio
- Demanda. Se espera un crecimiento de la demanda del 1,1 % en 2023, que estará impulsado principalmente por la demanda china, mientras que, en 2024, se espera un crecimiento de la demanda global del 1,9 %, a la que también se sumarían otros mercados.
- Suministro: la producción continúa disminuyendo en la UE y EE. UU., debido a los elevados precios de la energía. Durante los últimos meses han seguido produciéndose cierres de fundiciones como Slovalco, y anuncios de reducción de la producción como el de Speira Aluminium (Alemania) o Hydro Aluminium (Noruega), y según Eurometaux, cerca del 50 % de la capacidad de fundición de aluminio de la UE se ha visto obligada a detener su producción.
Estos recortes están provocando escasez en industrias como la automotriz y de construcción. Aunque esta escasez se pueda ver compensada hasta cierto punto por un aumento de la producción en China, existen limitaciones fiscales que frenarán el equilibrio del mercado.
Además, la situación de sequía en la provincia de Sichuan ha generado racionamientos de la energía hidroeléctrica que han
afectado a la producción de aluminio. No obstante, se calcula que en 2023 la producción mundial aumentará un 1,5 % en y un 1,8 % en 2024, mostrando un cierto descenso respecto a los pronósticos anteriores.
- Stock y Precios. Las previsiones de déficit de aluminio mejoran, aunque en parte debido a un aumento de la producción en Rusia. A pesar de que la escasez de inventario no es de gran preocupación para los consumidores en la actualidad, a medida que pase la desaceleración actual de la demanda, los niveles de existencias restantes podrían considerarse críticos.
Este factor, junto con la problemática de los precios de la energía, contribuirá a sostener los precios por encima de los 2.000 USD/t (1.941 euros/t) en los próximos años. Recientemente se ha observado inestabilidad en los precios, tras el anuncio de la Bolsa de Metales de Londres de la posibilidad de prohibir el comercio de los metales rusos.