El post del blog de Marta Jiménez en el que analiza una pequeña ferretería de Dublín (Irlanda) ha dejado interesantes reflexiones de los lectores:
Delia: “…lo cierto también es que tiene su encanto, es decir, como si fuera la ferretería de toda la vida, lo cual nos aporta cierta confianza. Sin lugar a dudas nos toca evolucionar y nuestros clientes cada vez son más exigentes y les debemos aportar NUEVAS EXPERIENCIAS, SENSACIONES, NOVEDADES,SERVICIOS… en definitiva: resultar atractivos…”
Víctor: “…ahora todo el mundo dice lo mismo sobre cómo tiene que ser la ferretería del futuro, todos repiten la misma frase ”la experiencia de compra”. Pues la ferretería del futuro y del presente son los chinos, que son las ferreterías de toda la vida pero más grandes y más baratas. Y sobre la venta por internet, nunca una ferretería ni seiscientas juntas van a competir con los grandes, solo va a ser un complemento que no va a dar apenas beneficios por los márgenes tan pequeños…”
José Ramón Ruger: “…Si no evolucionas, simplemente desapareces. Quien no entienda esto… terminará desapareciendo, pero el “ecosistema” seguirá evolucionando con los que se adapten a él. Queda claro q los grandes seguirán en cabeza, pero si solo dedicamos nuestro tiempo a quejarnos de unos nos ganan en precio y otros en tecnología, pronto acabaremos rindiéndonos. Hay que ser positivos, encontrar motivos por los que mejorar, dedicar nuestro tiempo a ver nuestros fallos y corregirlos, no llegaremos a tener el patrimonio de amazon… pero los ferreteros podemos vivir bien…”
Arkaitz: “Todos los días leemos que la ferretería tiene que evolucionar, que tiene que generar experiencia de compra, que tiende inexorablemente al autoservicio… A mí me enamoran estas ferreterías, se salen del gráfico, tienen ‘encanto’… Un lineal ordenado es bonito, tratar con tu ferretero de toda la vida y que sin saber qué necesitas te asesore y te dé de su propia mano lo que mejor se adapta a tu problema, para mí, es de un valor incalculable…”
Puedes leer los comentarios completos y las respuestas en el blog de Marta Jiménez.
Pues la verdad…prefiero tener 50 metros cuadrados llenos de genero, con pasillos estrechos, sin un centimetro de lineal vacio, pero que mi ferretero se preocupe en tener CASI todo lo que pueda hacerme falta y sepa asesorarme , que no despacharme (que es algo distinto), que llegar a esas grandes superficies del bricolage "expirience" todo "cool" y que se pasen la pelota ( osea yo, el cliente) de un vendedor (despachador) a otro, sin saber que le estas pidiendo…por mucho que patrocinen a los Masters de la reformam y termines pillando un mosqueo de tres pares y pensando…"y me habre dejado atras al ferretero de mi barrio…manda carallo"