No hay límite para la imaginación. No hay límite para los emprendedores. Y si no me creen, lean este post en el que les cuento la idea de una ferretería colombiana llamada “Maridos en alquiler”, que presta servicios a mujeres cuyos maridos son negados para los tradicionalmente llamados arreglos caseros o más recientemente denominadas tareas de bricolaje.
En efecto, Alberto Ríos -gerente del negocio- tuvo en 2004 la idea de ayudar a las mujeres de clase media alta o alta, cuyos maridos o bien porque trabajan mucho o bien porque son incapaces de clavar un clavo, no las atienden cuando les piden ayuda para armar una cama, sacar una rata muerta de detrás de la nevera o cambiar las bombillas o la cerradura de la puerta. Y le puso al negocio “Ferretería Maridos en Alquiler”, Desde entonces, la empresa ha pasado de tener 4 a 24 empleados, de una oficina de 40 metros a otra de más de 200 y a atender a unas 7.200 personas al año.
La clientela está compuesta mayoritariamente por mujeres casadas de más de 40 años que necesitan ayuda en casa. Los servicios que les prestan van desde los 20.000 hasta los 130 millones de pesos colombianos -de 9 a 60.000 euros- e incluyen desde acompañar a la señora a hacer la compra hasta construir una casa, pasando por pintar, colgar cuadros, trabajos de fontanería, electricidad y un largo etcétera.
A pesar de que, según cuentan sus promotores, algunas mujeres malinterpretan el mensaje de la empresa y piden “maridos” apuestos a los que reciben en negligé o totalmente desnudas, el negocio funciona cada vez mejor y se está desarrollando un proyecto de expansión con dos sucursales en diferentes zonas del país con un público que responde al perfil que Alberto Ríos considera idóneo.
Según las crónicas provenientes de Colombia, las clientas suelen quedar muy satisfechas con los trabajos. “Están disponibles las 24 horas y son capaces de reparar cualquier problema de fontanería, cerrajería, electricidad, etc. Además, si no quedas satisfecha puedes reclamar porque tienen una garantía que cubre los trabajos mal hechos”.
Lo dicho, imaginación, emprendimiento, conocimiento del público objetivo al que se quiere servir y cumplimiento estricto de lo que se ofrece. Un cóctel ganador en cualquier lugar del mundo y en cualquier circunstancia.
Interesante iniciativa no habia escuchado hablar nunca de ella.
Este servicio también existe en España como por ejemplo “Marido por horas” que se inició en Barcelona (creo recordar). Es una forma de aplicar el “Te lo hacemos nosotros” en vez de “DIY”.