Ha llegado el momento de que los ferreteros den un paso adelante. Más como obligación que como sugerencia, me temo, porque el escenario parece propicio, sobre todo si atendemos a lo que está ocurriendo entre las grandes del bricolaje, la principal piedra en el zapato -junto al online– para el canal tradicional.
Los principales operadores del bricolaje están moderando -cuando no reduciendo- sus cifras de negocio. Los crecimientos, cuando los hay, son mucho más discretos que en otras épocas: le ha ocurrido a Leroy Merlin, también a Obramat.
Y desde Estados Unidos ya llegan ecos de una cierta ralentización del mercado, con nombres propios como Home Depot o Lowe’s. El primero de ellos, precisamente por los malos resultados, ha decidido que todos los empleados corporativos de la empresa -desde programadores hasta directivos- pasen al menos un día en tienda. El mensaje es claro: volvamos a las tiendas a entender al cliente. A empezar de cero.
Por otro lado, quizás el más significativo, la decathlonización que persigue Leroy Merlin para tender hacia la marca propia en detrimento de las marcas de fabricante obligará precisamente a estas últimas a reforzar su presencia en el canal tradicional, en las ‘ferreterías de toda la vida’.
Deberán las marcas -y nos consta que ya figura en las hojas de ruta de algunas de ellas para los próximos años- depender menos de la distribución moderna y ganar peso en la proximidad. No será sencillo, pero tampoco habrá alternativa.
Ferreteros que empujan y se mueven
Por eso no es suficiente con saber que hay ferreteros que se mueven, prueban y se lanzan a hacer crecer su empresa y, en consecuencia, el sector. También es de justicia reconocérselo. Premiar a los que entienden que el contexto exige acción y, además, la ejecutan. Profesionales que llevan tiempo haciéndolo.
El premio al Mejor Joven Ferretero, que desde C de Comunicación entregaremos este 14 de noviembre en la X Jornada de Jóvenes Ferreteros, cumple precisamente esta misión: distinguir a los ferreteros y profesionales del suministro industrial que, con sus méritos y empuje, están logrando reforzar su presencia en la industria o, como poco, proponer una nueva forma de hacer las cosas.
Por cierto, se pueden presentar candidaturas para este premio hasta este domingo 20 de octubre:
No hay futuro sin formación
Para avanzar, en todo caso, conviene hacerlo sobre unas bases sólidas. Dar pasos sobre terreno firme. Y para eso la formación juega un papel clave. Quizás es una de las lagunas más reconocibles del sector y, sin embargo, la más crucial para que los ferreteros puedan diferenciarse.
Proyectos de tanto calado como la Academia de Ferretería, cuyas cabezas visibles ya han definido como una iniciativa “de ferreteros y para ferreteros”, no solo cubren una demanda histórica en el sector sino que constituyen una de las principales herramientas para que los ferreteros crezcan. De nuevo, el escenario ahora es propicio.
Y es que la formación de los ferreteros -o, casi mejor, las dificultades para formar a los empleados por parte de las empresas- es uno de los temas que preocupan y sobre el que muchos propietarios de negocio, sobre todo de la hornada más joven, están intentando trabajar.
La situación que atraviesan las grandes del bricolaje y la apuesta por modelos comerciales de marca blanca sugiere un periodo de transición en el sector del que la ferretería tradicional puede sacar mucho partido. Y también, por supuesto, los propios ferreteros, con todas las herramientas al alcance para impulsar sus negocios.
No hay más excusas para dar un paso decidido hacia delante.
