Conforme se van conociendo los resultados de las empresas del bricolaje, tanto los del cierre de 2023 como de los primeros meses de 2024, puede advertirse un cambio de tendencia en comparación con años atrás.
Hay crecimientos, sí, pero muchos más discretos que en otros ejercicios, incluso con curvas planas en algunos casos.
Por poner cifras: el crecimiento, en porcentaje, de Leroy Merlin de 2022 a 2023 fue el más bajo de la última década. Algo similar -aunque no es estrictamente una superficie de bricolaje- ha ocurrido con Obramat.
Hoy mismo en C de Comunicación recogemos los resultados del primer semestre de Kingfisher, con una caída generalizada de las ventas y solo maquilladas por Brico Depôt en España y Portugal.
Con los datos en la mano lo único que puede constatarse, por ahora, es un cambio de tendencia con relación a unos años de crecimientos disparados. Y quizás los sonidos de alerta aún queden lejos, pero nos advierte de una posible ralentización del mercado del bricolaje.
El arranque de año de Lowe’s y The Home Depot, con caídas en ventas -solo Ace Hardware creció en los primeros meses-, confirma que el frenazo se siente también en diferentes regiones y entre las grandes empresas de la industria del bricolaje.
Síntomas todavía débiles, para muchos quizá irrelevantes, pero que pueden convertirse en signos de alerta si la tendencia a la baja se mantiene.
¿O será que este escenario es más realista que el vivido los últimos años?
De hecho en alguna enseña de las nombradas ya han dado órdenes de aminorar gastos a los directores de tienda….