El gobierno de Bélgica, a través del Ministerio de Economía, ha pedido a ferreterías, centros de bricolaje, droguerías y farmacias, entre otros comercios, su colaboración para alertar de la compra de determinados productos que, en grandes cantidades, puedan ser utilizados con fines terroristas, tal y como publican diversos diarios belgas.
Entre la lista de artículos sospechosos (con los que se puede fabricar explosivos o armas químicas) se encuentran los fertilizantes, la acetona y el ácido sulfúrico. Las tiendas de ferretería, pinturas, bricolaje, droguerías y farmacias ya han recidibo instrucciones al respecto y se les ha pedido que avisen a la policía si detectan comportamientos extraños entre sus clientes. Por ejemplo, realizar pagos de grandes sumas en metálico u ofrecer explicaciones contradictorias acerca de los motivos para adquirir materiales peligrosos.