Las ventas de ferretería y bricolaje que tuvieron que ser aplazadas por el confinamiento están reputando ahora. Lo estamos viendo en España, en los pocos días en los que los establecimientos del sector de menos de 400 m2 han podido abrir (con cita previa). Pero en Europa esta situación resulta más evidente.
Las asociaciones europeas de distribuidores de bricolaje señalan que se ha producido un rebrote generalizado en toda Europa y las ventas se han conseguido recuperar en gran medida, aunque preocupa la evolución del segundo semestre del año. El caso de mayor éxito se encuentra en Finlandia, donde el crecimiento de las ventas de ferretería y bricolaje ha sido del 4 % en el primer trimestre. Para estas organizaciones, la clave consiste en que las personas se están preparando para pasar el verano en sus casas, por lo que las inversiones en todo lo relacionado con el hogar están incrementándose.
La excepción al panorama europeo se sitúa en España, donde grandes y medianas superficies permenecen cerradas y las tiendas de menos de 400 m2 han podido empezar a recobrar una pequeña parte de su actividad solo desde el pasado 4 de mayo. Una medida que las asociaciones europeas del sector no acaban de comprender.
De hecho, en Alemania, el sector de ferretería y bricolaje se pone como ejemplo de cumplimiento de las medidas de seguridad frente a otros sectores en los que dichos requisitos no se garantizan con el mismo grado de exigencia que en las tiendas de bricolaje.
