Tampoco con ningún actor de la distribución moderna. El imperio de la letra pequeña obliga a los proveedores a ir por delante de las formas de trabajo de estas enseñas. Especialmente en el tema de provisionar fondos.
La enésima auditoría externa de Leroy Merlin, realizada entre los años 2018 y 2022, ha descubierto irregularidades en el pago de atípicos y rápeles en la familia de materiales de construcción que amenazan con complicar mucho el ejercicio a más de una veintena de empresas de nuestro sector.
Aunque sólo han llegado los pagos pendientes del 2018 al 2020 en muchos casos la situación se repetirá de forma sistemática en los ejercicios 2021 y 2022. Aunque parezca mentira es poco relevante que haya habido errores contables o informáticos imputables a Leroy. Al final, si tu cuenta de resultados depende de la relación comercial con la multinacional francesa y quieres seguirle vendiendo, no queda otra que apoquinar.
Los afectados tratan de canalizar el problema común a través de AFEB pero todos sabemos que éstas iniciativas se juegan en solitario y que, por mucho que te pegues con un auditor externo que lleva su tajada en este ecosistema, haber provisionado la cantidad solicitada es la mejor defensa.
Pueden ustedes preguntar a María Eugenia Cerdán de Closet Norte que pleiteó con Leroy. Ganó el juicio pero perdió un cliente y casi le cuesta la ruina.
Los partners más veteranos y dependientes de la distribución moderna saben que para trabajar con estos monstruos hay que mirar con lupa la letra pequeña y pasar por el tamiz de tu rentabilidad una miriada de cláusulas. Debes dedicar mucho tiempo y recursos humanos a contraprogramar reclamaciones. Como decía un buen amigo, ducho en estos asuntos, “en muchos casos pierde el que se cansa antes”.
No basta con vender mucho, hay que vender bien. Provisiona que algo llega.
Las auditorías de este tipo en Portugal se pueden retrotraer hasta 10 años
Por cierto, sobre esta temática ya publicamos un artículo muy preciso en octubre del 2021 titulado ‘Recomendaciones sobre los contratos de suministro en el canal retail’
Como consuelo para los españoles decir que estas auditorias no pueden irse a más de cincos año por nuestras leyes fiscales. A nuestros pobres vecinos portugueses la regularización les ha tocado desde 2012.
Gracias a los amigos de Catral Group por descubrirnos un buen restaurante y un magnífico vino. Restaurante Silvino en Almoradí y un tinto para el recuerdo: Triga.
