La inestabilidad climática de esta primavera ha dejado huella en la campaña de jardín de 2025. Así lo refleja la encuesta que lanzamos desde C de Comunicación para tomar el pulso al estado del mercado y conocer cómo está viviendo el sector esta época clave del calendario ferretero.
A la pregunta principal de cómo está siendo la campaña de jardín respecto al año pasado, un 57,1 % de los encuestados considera que está siendo peor, frente a un 33,3 % que la valora como mejor, y apenas un 9,5 % que la percibe igual que en 2024. La mayoría apunta directamente a las condiciones meteorológicas como el gran condicionante de la temporada.
Este análisis se refuerza con la pregunta sobre si han afectado las lluvias a la campaña. Un 68,2 % responde que sí, de forma negativa, mientras que un 22,7 % cree que las precipitaciones han influido positivamente, y sólo un 9,1 % afirma que no han tenido ningún efecto.
Entre los comentarios recogidos, varios apuntan a que la campaña va muy retrasada porque “los consumidores no han tenido la necesidad de comprar hasta ahora que empieza el buen tiempo”. El retraso en la entrada de temperaturas más estables ha frenado tanto la demanda de productos como el propio impulso comercial de muchas tiendas.
En el caso del material de riego, la percepción general es de una caída en ventas, con menciones como “aunque haya buen tiempo y sol, si tenemos un poco de lluvias cada semana, no se vende ni se compra material de riego” o directamente “menor venta de productos relacionados con el riego”.
No obstante, no todo son datos negativos. Algunos profesionales apuntan a un repunte en la venta de cortacéspedes y desbrozadoras: “Más lluvia, más venta de cortacéspedes y desbrozadoras”, indican, mientras que otro destaca que “la lluvia ha beneficiado mucho los cultivos de frutales y cereales”, abriendo nuevas oportunidades en otras gamas de producto.
Finalmente, también hay quien subraya un cambio de hábitos más estructural, al margen del clima, con “siempre menos interés en la maquinaria tradicional”, lo que podría reflejar una evolución en las preferencias del consumidor.