Brammer, distribuidor británico de soluciones de mantenimiento para la industria, dispone de talleres propios donde confecciona y personaliza diversos modelos de vestuario laboral, de la mano de la marca Q-Safe (distribuida en exclusiva por Brammer en Europa).
Para ello, la compañía realiza serigrafías, estampaciones de logotipos y bordados o diseños personalizados. Con la adquisición de Alar Protección Laboral a finales de 2014, Brammer impulsó varias de las líneas de trabajo dentro de la familia de productos de seguridad y protección laboral. Una de ellas consistió en la integración de un centro productivo textil, que permite fabricar más de 6.000 prendas al mes personalizadas, con patrones específicos y certificadas para la protección frente a diferentes riesgos (ignífugas, antiestáticas, protección frente al arco eléctrico, protección química, alta visibilidad o multinorma).
Dentro de esta estrategia, Q-Safe lanza al mercado el primer catálogo de vestuario laboral y vestuario EPI. Para Brammer, el segmento de la seguridad representa ya un destacado porcentaje de la facturación total de la compañía, según explican sus responsables, con más de 2.000 clientes.