Históricamente, la industria ferretera ha sido territorio masculino. Un mundo de estanterías repletas de herramientas, almacenes con materiales pesados y mostradores donde las mujeres, cuando estaban, solían limitarse a tareas administrativas. Sin embargo, el sector está cambiando. Las ferreterías y suministros industriales, que siempre han sido el corazón de la construcción y la industria, empiezan a abrir sus puertas a la presencia femenina en puestos de liderazgo, ventas y asesoramiento técnico.
Este cambio no ha sido espontáneo. Ha llegado impulsado por generaciones de mujeres que, muchas veces en la sombra, han trabajado con la misma o mayor dedicación que sus compañeros, enfrentándose a barreras invisibles pero persistentes.
Demostrar más para ser valoradas
Las experiencias son diversas, pero muchas coinciden en un mismo punto: la necesidad de demostrar más para ser valoradas en un entorno mayoritariamente masculino.
Ángela Talavera, gerente de Hidráulicas Talavera, lleva más de una década en el sector y confiesa que, en sus inicios, algunos clientes preferían no ser atendidos por ella. “Pensaban que no iba a saber darles la solución adecuada”, recuerda.
Felicidad Martínez, gerente de CIR62, cuenta cómo en sus primeros años la miraban con recelo en las visitas comerciales. “Lo primero que pensaban era que yo era una inspectora de trabajo o de Hacienda”, explica. Ganarse la confianza de sus clientes y compañeros requirió un esfuerzo adicional, una batalla constante para demostrar su profesionalidad.
Sin embargo, otras voces, como la de Aida Pérez, gerente de Ferretería Alicantina, han vivido una realidad distinta. “Siempre me han valorado como a mis compañeros. En nuestra ferretería, de hecho, hay más mujeres que hombres”, apunta. Un testimonio que refleja que, aunque los desafíos existen, también hay espacios donde la igualdad es una realidad palpable.
El cambio generacional y el crecimiento de la mujer en la industria
Muchas de las mujeres que hoy lideran ferreterías y suministros industriales han crecido entre estanterías de tornillos y cajas de herramientas. Hijas y nietas de ferreteros que, al retirarse, han dejado el negocio en sus manos. Pero la transición no siempre ha sido sencilla. En un sector donde la tradición pesa, a veces ha habido resistencia al cambio.
Ana Berned, gerente de Suministros Cogullada, recuerda sus inicios hace más de 30 años, cuando asistía a reuniones donde era la única mujer. “No creo que haya tenido que demostrar más, pero es cierto que los hombres me miraban con expectación porque no estaban acostumbrados a tratar con mujeres en puestos directivos”, dice. Con el paso del tiempo, la presencia femenina ha ido aumentando, y hoy, aunque el sector sigue siendo predominantemente masculino, las mujeres han ganado reconocimiento y posiciones de liderazgo.
Beatriz Albert, representante comercial, destaca que “aunque seguimos siendo pocas, en general nos consideran más eficientes y organizadas”. Un reconocimiento que ha costado conseguir y que aún tiene margen de mejora.
No obstante, no todas han llegado al sector por herencia. Cada vez más mujeres eligen formarse en áreas técnicas y entrar en el mundo de la ferretería y los suministros industriales por vocación. Desde comerciales hasta gerentes de grandes almacenes, su presencia se está normalizando, aunque el camino aún es largo.
Mentoras y referentes: el papel de las mujeres que abren camino
Muchas de estas profesionales han tenido figuras femeninas en su entorno que las han inspirado y guiado. Aida Pérez menciona a su suegra, quien fue propietaria de la ferretería hasta su jubilación. Ana Berned, por su parte, reconoce la influencia de su madre, que, aunque no trabajaba directamente en la empresa familiar, jugó un papel clave en las relaciones empresariales.
Por otro lado, Felicidad Martínez resalta que uno de los principales obstáculos que aún enfrentan las mujeres en el sector es la creencia de que su conocimiento técnico es inferior. “Nos toca demostrar nuestra profesionalidad constantemente”, señala.
María José Bidaurreta, gerente de Suministros GAMESA, también comenta que, “aunque nunca lo he vivido de forma directa, en algunas ocasiones he notado cierta incredulidad o escepticismo hacia mi rol, como si siempre tuviera que demostrar mi valía. He sentido que en determinados momentos no se valoraba completamente mi presencia o que mi voz no siempre era escuchada”.
Mirando al futuro: el reto de la diversidad y la conciliación
La evolución es innegable, pero aún queda camino por recorrer. Uno de los grandes desafíos sigue siendo la conciliación entre la vida personal y profesional. “No es fácil, sobre todo cuando el negocio es tuyo”, admite Ángela Talavera.
María José Bidaurreta también resalta la importancia de la transformación en el modelo de gestión. “Uno de los mayores desafíos fue crear equipos, identificar líderes y dotarlos de autonomía. Con formación y digitalización, hemos logrado una gestión más eficiente”, explica.
El cambio en la industria no sólo pasa por abrir más puertas a las mujeres, que por supuesto tienen que abrirse, sino por hacer que el sector sea atractivo para ellas. Como señala Ana Berned, “hay menos mujeres en el sector industrial porque sigue sin resultar interesante para muchas”. Un punto que refuerza la necesidad de seguir visibilizando referentes femeninos y promoviendo una cultura más inclusiva.
Un futuro con más presencia femenina
En un sector que tradicionalmente ha sido de hombres, estas mujeres y muchas otras han demostrado que el talento y la profesionalidad no entienden de género. Con cada venta, cada negociación y cada decisión tomada, están construyendo un camino más diverso y equitativo.
Aunque la igualdad total aún no es una realidad, el cambio es imparable. Cada vez más mujeres están entrando en el sector y las nuevas generaciones parecen estar dejando atrás los estereotipos. Las ferreterías y suministros de hoy son espacios modernos, dinámicos y cada vez más abiertos a todos.
La presencia de mujeres aporta nuevas perspectivas en la gestión, la atención al cliente y la estrategia comercial. Y mientras haya mujeres dispuestas a desafiar las normas establecidas, la ferretería será, cada vez más, un sector donde el género no determine el valor de la profesionalidad.
En Ferretería O Grove, mi esposa y yo trabajamos juntos, aportando años de experiencia y conocimiento en el sector. Ambos estamos capacitados para asesorar y atender a nuestros clientes, independientemente de su género.