Pinturas Lepanto conmemora este año el 50º aniversario de su fundación, con las miras puestas en un “futuro esperanzador, siempre de la mano de nuestros actuales y nuevos distribuidores”, tal y como explican los responsables de la firma.
Pinturas Lepanto nació en enero de 1965, en la calle Batalla de Lepanto, de Zaragoza, de la mano de Juan Antonio y Alfonso Ruíz Alfaro, quienes comenzaron a fabricar pastas al temple y cola vegetal. Con el traslado posterior de Alfonso Ruíz a Binéfar (Huesca), la empresa pasó a estar presente en dos poblaciones (Zaragoza y Binéfar).
Lepanto fue creciendo rápidamente, con una fábrica de colas y adhesivos en Lliçá de Vall (Barcelona) y numerosos distribuidores. Durante algunos años, la empresa se gestionó de forma independiente: por un lado, la fábrica de Pinseque (Zaragoza), junto a una tienda en Zaragoza; y por otro, la fábrica de Binéfar.
En 2009, y tras la incorporación de la segunda generación familiar, Pinturas Lepanto se unificó y pasó a ser dirigida en su totalidad desde Binéfar, con fábrica y oficinas en esta localidad y tienda-distribuidora en Zaragoza.
En 2011 se renovó la imagen de la empresa, con un nuevo logotipo.