Alfa Dyser ha evolucionado en los últimos tiempos y ha pasado de ser un mayorista tradicional de ferretería a diferenciarse con marcas propias. Su fundador y actual director general, Ignacio Gómez, cuenta en esta entrevista las claves del crecimiento de Alfa Dyser y sus próximos proyectos.
Ignacio Gómez lleva el sector de ferretería casi en la sangre. Con 33 años vio el potencial de este mercado y creó Alfa Dyser, primero como un mayorista tradicional y luego como un distribuidor con marcas propias para el canal de la ferretería de proximidad.
Alfa Dyser ha experimentado en los últimos años un fuerte desarrollo. ¿Cuáles son las claves de este crecimiento?
Ignacio Gómez: “Ante un mercado cambiante y en constante evolución, con nuevos actores en el mercado y la implementación de nuevas tecnologías de venta y distribución, junto con los cambios en los hábitos de consumo, decidimos cambiar la estrategia de la empresa.
Dejamos de ser un mayorista tradicional, en el sentido de vender los mismos productos que todos, y optamos por diferenciarnos en cuanto a nuestra gama de productos, vendiendo solo marcas propias, lo cual aportaba un valor de diferenciación a nuestros clientes en cuanto a producto.
Concretamos el ‘target’ objetivo, considerando que había una incompatibilidad entre el canal tradicional y el moderno que engloba a grandes superficies. Y nos concentramos en el primero, ofreciendo, de esta manera, unos productos diferenciados que no iban a encontrarse en otros canales.
Apostamos por la exclusividad y decidimos, en definitiva, que nuestros productos, al ser marcas propias, solo podrían distribuirse en el canal tradicional para evitar la concurrencia con el canal moderno y que solo a través de las tiendas de proximidad podrían aparecer en plataformas electrónicas de comercio.
Aportamos una solución diferenciada y única en cuanto a producto con nuestras marcas propias, cuyo único ofertante a nuestros clientes -constituidos por el canal tradicional exclusivamente- somos nosotros. Esto permite a nuestros clientes no encontrarse en competencia con otros actores que basan su estrategia, no en la diferenciación de producto, sino en la concurrencia de los mismos en base a un mejor precio, como pueda ser el canal moderno o las plataformas de comercio electrónico ajenas a nuestro canal de distribución.”
Hace años parecía que la figura del mayorista cedía terreno frente a otras fórmulas de distribución. ¿Qué ha pasado en los últimos tiempos para que, no solo no haya perdido fuerza, sino que se haya consolidado como un operador a tener muy en cuenta?
Ignacio Gómez: “El canal detallista tradicional tiene su gran oportunidad en la proximidad al cliente. Puede ofrecer, además, un asesoramiento personalizado y esto requiere de proveedores que colaboren ofreciendo una gama extensa de productos con un servicio inmediato. Y esta es la ventaja competitiva que ofrece el mayorista respecto a otros distribuidores.
En nuestro caso, además, ofrecemos una alternativa única de productos con marcas propias que no va a encontrar en otros canales o distribuidores.”
Puedes leer la entrevista completa en el número 68 de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje.
