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Cómo planificar las tareas en la ferretería

Por Marta JiménezDirectora general de C de Comunicación
Ya puedes adquirir el libro 'F de Ferretería. Manual para la ferretería del siglo XXI' en este enlace: http://blogs.cdecomunicacion.es/f-de-ferreteria-manual-para-la-ferreteria-del-siglo-xxi/ (25 euros, IVA y gastos de envío incluidos). En él se recogen los artículos escritos por Antonio Valls, con las claves para que las tiendas de ferretería evolucionen y se adapten al consumidor actual.

Saber es poder. Pero no le damos la importancia suficiente a planificar. Sin una planificación oportuna y correcta nuestra actividad comercial puede verse afectada. Debemos utilizar la planificación como una herramienta de trabajo y ayuda en nuestra actividad comercial. La falta de tiempo suele limitar, en la mayoría de los casos, esta planificación.

No darle importancia afecta, y mucho, al día a día de nuestra ferretería. Y todavía más al rendimiento y los resultados de esta. La improvisación es una herramienta que se usa mucho en la ferretería, pero el arte de improvisar crea una gran cantidad de problemas, además de un gran coste.

No saber qué hacer en cada momento sobre las compras, la cifra ventas, el personal, el futuro, nuestro margen, etc., e improvisar constantemente tiene varios tipos de coste para el ferretero. Un ejemplo muy común: no hacer un pedido de un cliente con el tiempo necesario y acordarse justo antes de su entrega. Entonces deberá pedirlo al proveedor, no como un pedido normal, sino como un servicio urgente con un sobrecoste por el envío.

Las tareas en la ferretería son repetitivas en su mayor parte

No saber lo que tiene que hacer el personal cuando termina un trabajo significa que el empleado se queda sin hacer nada, cuando en realidad se pueden hacer miles de cosas, como etiquetar, verificar los stocks, ordenar y frontear los lineales… o cualquier otra cosa necesaria. Pero si no está escrita y definida, por norma general, no se hace.

Hay que tener en cuenta que las tareas diarias que se pueden realizar en una ferretería son miles. La gran mayoría, repetitivas y constantes, pero solo un 18 % de todas las que sabemos se efectúan con normalidad; el resto se ejecutan por la presión de la necesidad de cada momento.

Por este motivo, resulta tan necesario que toda ferretería disponga de un listado de todo lo que hay que hacer y cuándo, dividido por secciones, departamentos o zonas. Es así de fácil saber todo lo que debemos hacer. Por este motivo hay que incluirlo en esta relación, que debe de ser nuestra guía, la planificación. Todo debe estar escrito y fijado; si no es así, no se podría hacer nunca.

Una hora a la semana

Tampoco podemos exigir a nadie por qué ha hecho o no un trabajo concreto, si no sabe lo que tiene que hacer y cuándo. Dedicando una hora a la semana, una ferretería de tamaño normal que cuente con entre tres a cinco empleados puede elaborar una planificación detallada y especifica de lo que se debe hacer y quién.

Solo con esta dedicación semanal podemos cambiar el rumbo de nuestra tienda y, lo más importante, eliminar la presión que supone cuando nos pregunta un empleado lo que tiene que hacer y otro, y otro y otro, en todo momento y todas las horas del día. Ante este hecho lo que suele ocurrir es que, la persona que hace la pregunta, nuestro empleado, no recibe respuesta; va reduciendo el interés en hacer cosas y, todavía peor, ya no pregunta por no molestar al encargado o propietario que va a tope de trabajo (como siempre).

La pérdida de tiempo y no poder realizar las acciones necesarias para nuestra ferretería empiezan lentamente a reducir las fuerzas, que no se ven hasta que los casos son evidentes. Uno de los más visibles es la limpieza del polvo. Este va aumentando cada vez más, formando parte de algo normal para los que están dentro de la ferretería, pero no para los clientes que vienen de vez en cuando y ven el estado de los productos sucios y degradados. Limpiar el polvo y realizar un mínimo mantenimiento es solo un problema de interés y de dedicar diez o quince minutos al día por zonas. Al no tener claro quién limpia y a qué hora se hace, se suele ir dejando y dejando, hasta que el trabajo se transforma en muy pesado y entonces no hay tiempo ni nadie que quiera hacerlo.

La planificación, siempre por escrito

Se ha de definir por escrito todo lo que hay que hacer, quién lo tiene que hacer y cuándo. Esto tan fácil puede suponer la diferencia entre una ferretería que funciona bien y otra que funciona mal y que cada vez ira a peor. La satisfacción del cliente y las exigencias cada vez son mayores; deben ser complacidas en todas sus demandas que van, desde el producto oportuno, hasta el entorno y las condiciones adecuadas.

La técnica de la planificación es necesaria aplicarla en todo lo que ocurre en nuestra ferretería, desde nuestras ventas, hasta los productos que queremos comprar, las mejoras que queremos efectuar, las acciones comerciales a realizar durante el año, etc. Deberíamos saberlo en todo momento, no sirven las escusas muy comunes de los ferreteros como que no tengo tiempo o bien no sé qué debo hacer.

La solución es muy simple: empezar a trabajar una hora antes que los demás y dedicar ese tiempo exclusivamente a planificar. Si no sabemos qué debe hacer el personal, solo hay que mirar lo que hemos hecho la semana pasada, el mes pasado o el año pasado, para aplicarlo como tareas necesarias y programadas.

Sinceramente, si prueban este simple método, que debería ser obligatorio en toda ferretería, comprobarán el gran cambio en tranquilidad y en la ausencia de presión de ordenar trabajos o acciones a todos los empleados, sin precisar si son las más adecuadas o necesarias.

La falta de planificación es el principio del fin. Y este fin no suele ser agradable: se generan tensiones entre los empleados, afecta a los clientes que ven la falta de atención y la dejadez visible del estado de la ferretería. No se trata de un problema de falta de tiempo, sino de una falta notable de planificación y priorización de las necesidades que tiene nuestra ferretería para funcionar correctamente. Nuestras ventas, nuestro beneficio y la pérdida de clientes se ven afectadas por falta de planificación.

Una correcta planificación de las tareas de una ferretería. Sugerencias y comentarios

  • Planificar es una herramienta necesaria y muy eficaz para todas las ferreterías.
  • La falta de planificación supone un coste constante y un desgaste para la propiedad o encargado de la ferretería.
  • Las excusas más habituales que justifican la falta de planificación es no disponer de tiempo. Y no es verdad.
  • No saber qué hacer, cuándo y cómo acelera la velocidad hacia el fracaso comercial y la reducción la venta en nuestra ferretería.

Autor

Antonio Valls, director general de SystemShop Consulting S.L. Autor del libro ‘F de Ferretería. Manual para la Ferretería del siglo XXI‘.

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Con más de 24 años de experiencia en gestión e innovación en el punto de venta, Antonio Valls es un apasionado del sector de ferretería y bricolaje.

Antonio Valls SystemShop Consulting

SystemShop Consulting S.L. es una empresa especializada en la optimización e innovación en el punto de venta (retail). Busca y da soluciones efectivas a cualquier problema: imagen del establecimiento, ‘lay out’, formación del personal, imagen corporativa, gamas de producto, negociaciones con proveedores, gestión de compras, ‘mystery shopper’, implantaciones, iluminación, rotulación y señalización, escaparates, gestión del punto de venta, indumentaria, distribución interior, decoración interior del establecimiento, lógica de funcionamiento.  

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