Cuenta con tres máquinas expendedoras en la puerta de su ferretería y asegura a 'C de Comunicación' que "le van bien", pero subraya que una máquina "nunca podrá sustituir el servicio que prestamos en la tienda".
Con la llegada de la pandemia del COVID-19, Alejandro Rodríguez tuvo que bajar la persiana de su ferretería, al igual que ocurrió con los ferreteros de toda España. Pero el propietario de Ferretería El Villas, un negocio familiar que abrió sus puertas en 2003 en la localidad granadina de Chauchina, ideó una forma de seguir suministrando productos a sus clientes: colocar máquinas expendedoras en la puerta de su tienda.
Primero puso una. En ella vendía (y sigue vendiendo) todo tipo de productos, según él mismo explica a C de Comunicación: enchufes, pilas, gafas de protección, guantes, silicona, discos de corte, herramientas manuales, mangueras, tacos, etc. “Me la hicieron a medida, porque cada tipo de producto requería unas medidas concretas”, señala.
Pero una sóla máquina “no llamaba la atención como cuando un cliente va a un centro comercial y ve muchos escaparates y muchos productos”, comenta. Por eso, habló con Juan Escribano, el encargado de vender las máquinas, y le pidió dos más. Ahora cuenta con tres máquinas expendedoras en la puerta de su ferretería y asegura que “le van bien”, pero subraya que una máquina “nunca podrá sustituir el servicio que prestamos en la tienda“.
‘El Villas’, un ferretero muy conocido en Chauchina
Y es que, Alejando Rodríguez, conocido como ‘El Villas’ (de ahí el nombre de su establecimiento, que pertenece a la cadena Optimus) es un hombre muy conocido en Chauchina y cuenta con un gran número de clientes, a los que, además de vender, asesora para hacer pequeñas obras o reformas en sus casas. “Si vienen y me dicen que quieren poner un grifo en el patio, pues yo me las ingenio para decirles cómo tienen que hacerlo y qué es lo que tienen que comprar”, explica.
Su ferretería tiene dos plantas, y 250 metros cuadrados en cada una de ellas. Vende diferentes familias de productos (pequeño electrodoméstico, calefacción, menaje, máquinas excavadoras, artículos de costura, herramientas, productos de bricolaje…) pero, además, por la localidad en la que se encuentra, donde hay cultivos específicos, “vendo unos patucos que se utilizan para recolectar espárragos“, añade.
Su idea de poner máquinas expendedoras ha corrido como la pólvora. De hecho, asegura que, cuando otros ferreteros se enteraron, fueron a preguntarle por este nuevo e innovador modelo de negocio. “Vinieron ferreteros de toda Granada, y yo, encantado de atenderlos”, concluye.
Me parece una idea excelente. Es una manera de vender a todas horas (noches, domingos, festivos). El Villas tendrá que patentarlo para que le copiemos. Un saludo.