Sin relevo generacional y con la tienda ya en traspaso desde Navidad, Rosario ofrece algo más que las llaves del local: su conocimiento y experiencia si alguien quisiera dar continuidad a la ferretería.
Rosario lleva toda una vida entre tornillos, alcayatas y estanterías. Con apenas 19 años empezó a trabajar junto a su padre en Ferretería Castillo y desde entonces no se ha separado del mostrador. Más de cuatro décadas después, ha decidido poner fin a la etapa de uno de los comercios más reconocidos de Ronda (Málaga). El cierre llegará a finales de 2025, aunque la tienda ya está en traspaso desde Navidad y Rosario se ofrece a acompañar y guiar a quien quiera recoger el testigo.
Los orígenes del negocio se remontan a 1942, cuando abrió sus puertas Ferretería Nueva, propiedad de Esteban Almagro, cuenta Rosario a C de Comunicación. En los años 60, el padre de Rosario, ferretero en Antequera, comenzó a trabajar allí hasta quedarse con el establecimiento tras el fallecimiento de Almagro. Rosario tomó el relevo con apenas veinte años, después de la muerte de su padre. “No me quedó más remedio que hacerme cargo del negocio. Mi hijo tenía un año y medio”, recuerda.
En los últimos años, la ferretería se trasladó a la calle Naranja, donde Rosario incorporó artículos de bazar para diversificar y mantener la actividad. “No me quedó más remedio que introducir productos para el hogar, porque con la ferretería no me daba”, explica.
El comercio de barrio, cada vez con menos espacio
Los cambios en los hábitos de consumo han marcado la trayectoria reciente. “Se compra mucho por internet y la gente ya no repara las cosas. Antes vendíamos herramientas para el campo, suministrábamos a fábricas y a herreros. Ahora quedamos para cuatro cosas: tornillos, alcayatas o pequeños repuestos”, afirma.
Rosario puso la ferretería en traspaso desde Navidad, pero no ha recibido interés. No cuenta con relevo generacional y ve difícil el futuro de negocios pequeños como el suyo. Aun así, ofrece su experiencia a quien quisiera continuar con la actividad: “Estaría encantada de guiar a la persona que se quedara con la ferretería, sobre todo con la disposición de la misma. El orden es una prioridad en una ferretería”.
Hasta el cierre definitivo, mantiene descuentos en su stock como forma de agradecimiento a sus clientes habituales. También si alguna ferretería o suministro industrial de la zona quisiera comprárselo. “He estado aguantando para jubilarme. El porvenir de los pequeños comercios es muy complicado si seguimos mirando todos a internet”, resume.
“El porvenir de los pequeños comercios es muy complicado si seguimos mirando todos a internet“.
Rosario, responsable de Ferretería Castillo.
Ferretería Castillo se despide dejando tras de sí más de 40 años de historia en el comercio local de Ronda, con un teléfono (952 87 16 85) y un correo de contacto (castillo.ferreteria@gmail.com) todavía abiertos para cualquier interesado en el traspaso o en el stock disponible.