Categorías: Opinión

Incumplimientos

Ayer no publiqué mi post de los lunes y pido disculpas por haber faltado a mi compromiso semanal. Supongo que bastantes de ustedes, queridos lectores, con mucho que hacer cada día, no me habrán echado de menos, pero reconozco mi falta, pido disculpa y prometo enmendarme para el futuro. Las circunstancias de mi incumplimiento no le interesan a nadie y no puedo esgrimirlas como excusa.

Como no hay mal que por bien no venga, mi retraso me ha inspirado para escribir sobre lo que se está convirtiendo en un desagradable deporte nacional: incumplir los compromisos que se adquieren. Compromisos de todo tipo: de compra, de venta, de precio, de plazo de entrega y de cobro, de pago, de colaboración, de partenariado, de exclusividad, de confidencialidad… De un tiempo a esta parte, y cada vez de forma más generalizada, los que nos llamamos profesionales propendemos a pasarnos por el forro de las entretelas lo que hemos pactado con nuestros interlocutores, sean internos o externos.

Es moneda corriente que la gente llegue tarde a las citas o que simplemente no llegue y además que no avise ni se disculpe: que dé su palabra y aduzca que no cumple lo prometido porque no está por escrito –qué tiempos aquellos donde la palabra dada valía más que un contrato notarial-; que prometa respetar un mercado y lo arrase tirando los precios; que acepte un precio y un plazo de pago y que cuando llega el momento de abonarlo pretenda renegociar el precio y las condiciones; que comprometa compras que luego no realiza; que prometa fidelidad eterna a una marca y utilice sus expositores para colocar los productos de la competencia…

En resumen, que lo extraordinario se ha convertido en ordinario –incumplir lo que se promete- y lo normal –hacer lo que se dice- se ha convertido en casi un milagro. Sí, ya sé que todavía quedan personas de palabra y empresas modélicas que hacen honor a su prestigio; pero cada vez menos. O, en el último mes, ¿cuántos de ustedes no han visto anularles una cita a última hora? ¿Cuántos se han visto sorprendidos por un pagaré devuelto? ¿Cuántos por un precio fuera de lugar y de mercado? Y, sobre todo, ¿qué porcentajes de esos y otros incumplimientos han venido acompañados de una disculpa creíble o de una compensación razonable?

Vuelvo el lunes que viene. Gracias

Ver comentarios

  • LA FERRETERIA HOY EN DIA ES LA SELVA.ANTES SABIAS QUE COMPRANDO A FABRICA (POR EJEMPLO CERRADURAS) TE SALIAN MAS BARATAS QUE UN MAYORISTA.HOY EN DIA NO .INCLUSO TE ENCUENTRAS EN LEROY QUE TE SALE 5 EUROS MAS BARATA QUE COMPRANDO A FABRICA Y ESTO QUE PERTENEZCO A UNA CADENA DE FERRETERIAS QUE EN TEORIA CONSEGUIMOS MEJORES CONDICIONES.COMO HE DICHO ANTES ESTO EL LA SELVA .

  • Totalmente de acuerdo contigo, pero es un problema de la sociedad española ya que en ese saco habria que meter a proveedores, fabricantes, compradores, distribuidores, etc

Compartir

Lo más reciente

Estamos en un sector opaco

El sector de los suministros industriales es opaco. O al menos lo intenta. Y en…

Hace 2 días

No asistas a más ferias…

...si tu único objetivo es precisamente este: asistir. Estar por estar, porque es lo que…

Hace 1 semana

¿Quién pone el equilibrio en la empresa?

Sin duda si hay una palabra clave en cualquier tipo de negocio es saber mantener…

Hace 1 semana

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra Política de Privacidad

Política de Privacidad