Batalla comercial en las calles

Las calles de las ciudades, esas donde viven tres cuartas partes de la población española, serán el campo donde se libre la próxima batalla de una guerra comercial que dura décadas. Primero fueron los hipermercados, después los centros comerciales, ambos fuera de los centros históricos, ambos caracterizados por grandes superficies y enormes ofertas que buscaban la venta por impulso. Parecía que el desplazamiento del comercio del centro a la periferia de las grandes orbes era un hecho irreversible, parecía que la historia había dado la espalda al comercio de proximidad.

Sin embargo, desde que el escenario económico sufrió un giro de ciento ochenta grados, desde que las ventas en vez de subir, bajaron; desde que el poder adquisitivo de las personas y de las familias empezó a decrecer, desde que la racionalidad volvió a recuperar su lugar en la decisión de compra, desde que el consumidor decidió emplear menos tiempo y recursos para gastar su dinero, resulta que la proximidad, que el comercio de calle, que la tienda de barrio, ha recuperado protagonismo, distinto –es verdad- pero protagonismo.

En el sector de ferretería y bricolaje, igual que antes en el de gran consumo, los formatos modernos de tienda con surtidos adaptados a las necesidades del entorno, con un concepto diferencial de atención al cliente y con unos precios competitivos, disfrutan de una nueva oportunidad de cara al consumidor.

El último operador en entender esto ha sido el grupo El Corte Inglés, que ha decidido aprovechar su privilegiada ubicación en el centro de las ciudades para desarrollar un modelo de tienda de bricolaje –con su marca Bricor– cercano al vecino del barrio. Antes lo hizo Bricoking City, y no creo que transcurra mucho tiempo hasta que veamos surgir una propuesta del grupo Adeo en este nuevo segmento de oferta.

En mi opinión, el comercio de proximidad absorberá de forma estable una cuota del mercado de bricolaje y ferretería doméstica de algo más de un tercio del total. Ahora lo detenta la ferretería clásica; mañana lo hará quien mejor y más rápido sepa desarrollar modelos óptimos  de oferta y de atención profesional y personalizada. Ahí se está dando ya la nueva batalla y algunos todavía no se han enterado.