Ferroforma, último minuto

Quedan 48 horas para que abra sus puertas Ferroforma/Bricoforma 2011. Para algunos, los montadores de estand, los responsables del catering, los técnicos de luces, audio y vídeo y otros tantos, la feria ya ha comenzado. Para el departamento de expositores y visitantes del BEC, casi ha terminado; les queda esperar que cuando a las 10 de la mañana del día 23 comiencen a entrar los primeros profesionales al recinto ferial todo esté montado y en perfecto estado revista y que su número -el de visitantes- responda a las expectativas de los treinta mil preinscritos.

Está en juego el futuro de Ferroforma y todos los que de una u otra forma hemos contribuido a que la presente convocatoria se lleve a cabo esperamos lo mejor del personal del BEC. Tienen nuestro voto de confianza.

De puertas afuera, todos son preparativos y ajustes de los últimos detalles: las acreditaciones, los folletos con las novedades, los blocs de pedidos, los regalitos -bolígrafos, pins, gorras, paraguas, bolsas…- la cinta de doble cara, las tijeras, los caramelos. De los expositores, del entusiasmo que hayan podido transmitir a sus clientes, de los estímulos que les hayan ofrecido en forma de novedades, promociones y ofertas, depende en buen grado el éxito de este y de cualquier otro certamen. Por lo que conozco, muchos han hecho un enorme esfuerzo por convencer a clientes y usuarios de que este año sí merecía la pena desplazarse durante unas jornadas a Ferroforma y parece que han conseguido crear un clima más favorable de lo habitual entre los más escépticos.

 Para los rezagados una buena noticia, todavía hay habitaciones disponibles a precios ajustados en Bilbao y alrededores. Desde aquí animo a los que todavía dudan a darse una vuelta por el certamen que -esta vez sí- va a ser “la Ferroforma que todos quieren”.