La desaparición de las oficinas bancarias. Aviso a navegantes.

Estaremos de acuerdo en que la proximidad es un factor positivo para todos los negocios cuyos productos requieren de cierto asesoramiento. Ocurre en las ferreterías y, a priori, también en las sucursales bancarias.

Pues bien, en el último mes he visto cómo han echado el cierre 3 oficinas de distintos bancos a menos de 500 metros a la redonda de mi domicilio, en el barrio de Prosperidad de Madrid. A continuación, las tapias que demuestran lo que antes eran sendas oficinas de Caixabank, Ibercaja y Santander. Por ese orden.

Curiosamente, el mismo tramo de la calle López de Hoyos que acoge ahora este cementerio de oficinas bancarias, también cobija a pocas manzanas de distancia la recién renovada Ferretería Venecia, en la calle López de Hoyos 184, ya con la imagen exterior de Cadena88 tras su reciente incorporación a la cadena.

El domingo, superviviente tras la Expocadena 2019, que cada año se supera, paseaba por el barrio y me hacía la siguiente pregunta. ¿Cuándo y por qué me acerco a una oficina bancaria en lugar de hacer las mismas gestiones a través del móvil o el ordenador? Y, por lo mismo, ¿qué puedo encontrar en la ferretería que no pueda obtener más rápido en la correspondiente tienda online?

Los hábitos del consumidor

Como otras veces he dicho en mi blog, en este sector -mi experiencia en otros sectores me recuerda que ocurre en todos igual- tenemos la terrible mala costumbre de comportarnos de una forma como usuarios y, cuando se trata de dirigir nuestros negocios, hacerlo de otra. La típica incoherencia vital que hace avanzar la sociedad sin grandes sobresaltos e incomodidades. Y a veces, pegárnosla por quedar fuera de mercado.

La realidad es que como consumidor prima la conveniencia. Lo que de toda la vida se ha llamado ser práctico. Cuando se trata de comprar, buscamos el artículo idóneo para cubrir nuestra necesidad o capricho, que implique el menor esfuerzo y la mayor gratificación posibles.

Ya no vamos a los bancos

En términos de conveniencia, no se me ocurren muchas situaciones en las que ir a la oficina de mi banco sea mejor que hacer dichas gestiones a través de la app o la web del banco.

Cuando fui consciente de la analogía entre las sucursales bancarias y las ferreterías, busqué en los informes del Banco de España y di con esta conclusión que me parece muy descriptiva.

En España se ha producido en los últimos años un aumento significativo tanto en la utilización de Internet como de la banca online, lo que facilita la realización de operaciones bancarias sin necesidad de acceder a una oficina y que ha permitido contrarrestar de alguna manera los efectos del cierre de oficinas, aunque es cierto que el uso de las facilidades online entraña cierta dificultad para determinados segmentos de la población, en particular las personas de avanzada edad, residentes en zonas rurales.

En los últimos 10 años -2008 a 2017-, el número de oficinas bancarias en España se ha reducido un 39% -de más de 45.000 hemos pasado a 27.706-, igualando registros de 1981. Como se ve en el gráfico inferior, las poblaciones en las que más han disminuido las oficinas bancarias han sido las de más de 10.000 habitantes, con tasas de hasta el 50% en algunas ciudades. El medio rural, en el que la adopción de la tecnología es menor, ha mitigado el número de cierres.

La ferretería no solo está en la calle. ¿Ya te has dado cuenta?

La semana pasada en Expocadena tuve oportunidad de hablar con muchos ferreteros que, entre otras cosas, me exponían algunas de sus inquietudes con la nueva tienda online de Cadena88.

Me decían algunos ferreteros y ferreteras. ‘¿Merece la pena el coste que me supone para tan poco rédito?’ ‘¿De verdad seremos capaces de competir contra Amazon?’ ‘Sigo sin tener claro si tenemos que estar.’ ‘¿Qué pasa si el cliente viene comparando precios con la tienda online?’ Etcétera, etcétera.

Yo, como comprador eminentemente digital, hago más del 50% de mis compras online y aliento a los negocios a ofrecerme opciones de compra digitales. Billetes de avión, hoteles, ropa y calzado, cosmética, bebidas, electrónica, libros, regalos de todo tipo, contratación de servicios y, por supuesto, productos de bricolaje. Compro en Amazon, pero también uso los canales online de tiendas físicas -desde zapaterías hasta fruterías- que me aportan servicio y proximidad.

La ferretería desaparecerá como la entendemos tradicionalmente, igual que las oficinas bancarias. Su reconversión en un negocio atractivo por fuera y por dentro; la integración absoluta con lo online -disponibilidad de un catálogo muy variado con compra en tienda y envío a domicilio y viceversa-; la atención profesional y amistosa de los ferreteros y ferreteras, tanto en tienda como a través de medios electrónicos; la incorporación de tendencias como si fuera Zara; y en conclusión, la adaptación de la ferretería a sus vecinos y no al revés, anticipo que serán las claves para que las ferreterías de barrio jueguen un papel fundamental en la mejora de los hogares de la gente en los próximos años.

Hoy por hoy, Expocadena es el termómetro más fiable del sector ferretero. Mi conclusión es que, adicionalmente a los signos positivos de la feria como fueron el aumento de expositores y de ventas, el sector debe seguir apretando el acelerador del cambio. En cuanto a Cadena88, demuestra un rumbo claro y un liderazgo soportado en 3 inversiones clave que enumero: 1) modernización de la proximidad; 2) posicionamiento y venta online con un proyecto e-commerce solvente y moderno; y 3) optimización logística -nuevo almacén e incorporación del dropshipping-, que culminará con la apertura del almacén de Illescas en 2021.

Un último dato recién comunicado por Leroy Merlin. En 2018, su tienda online creció un 20,8% respecto a 2017, mientras que su facturación total creció un 6,6% en el mismo período. ManoMano, por su parte, anunció hace unos días que su crecimiento en 2018 fue del 70% respecto a 2017, con una cifra de negocio de 424 millones de euros en Europa.

Por favor, ferretero, toma nota e invierte en adaptarte.