José Antonio Saura: de tener un pequeño almacén en una cochera a inaugurar su propio suministro industrial

José Antonio Saura, a sus 31 años, quiere ser “el Amancio Ortega” de la ferretería. Lo dice sin complejos, entre risas, y convencido de que sus conocimientos, su ilusión, su esfuerzo y su “ambición” pueden llevarle lejos. De momento, ya ha inaugurado “oficialmente’ su propio suministro industrial en San Javier (Murcia).

Lo hizo el pasado 22 de octubre, con la presencia de clientes, amigos, familiares… y del alcalde de la localidad, José Miguel Luengo, quien asistió al acto al frente de algunos miembros de la corporación municipal. ‘SJ Suministros‘, establecimiento que ya está abierto al público y que se encuentra ubicado en el polígono industrial Los Urreas de San Javier, es ya una realidad.

Y en la tienda que ha abierto José Antonio (que ya llevaba unos meses suministrando material a sus clientes desde esa misma ubicación) todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. Desde el mobiliario hasta la colocación de sus productos, que además están todos perfectamente identificados y a cuyas ubicaciones se puede acceder desde un programa que José Antonio tiene instalado en su ordenador.

Detalle de uno de los pomos que se encuentran en una de las puertas de ‘SJ Suministros’

Desde los 15 años dedicado a la ferretería

Según él mismo cuenta a C de Comunicación, comenzó a dedicarse a la ferretería a los 15 años, “limpiando maquinaria de alquiler”, recuerda. Antes de montar su propio almacén pasó por un par de tiendas, en las que fue aprendiendo el oficio. Pero hubo un momento en el que decidió dar el “salto” y establecerse por su cuenta. Y lo hizo en la cochera de sus padres. Desde ahí comenzó a ganarse su propia clientela, aunque le costó, y ahora ya cuenta con una tienda propia en la que, y así lo asegura, ha llegado “a perder dinero” con tal de “prestar un buen servicio” a los profesionales que acuden a él.

Su filosofía es que “el servicio y la calidad son lo primordial”. De hecho, afirma que Amazon, en lo que al servicio de entrega rápida y puntual se refiere, es su “modelo a seguir”. “Mis clientes hacen un pedido -cuenta- y lo tienen cuando lo necesitan, no tienen que esperar”. Por eso, José Antonio marca la diferencia. “Quiero que vengan a comprarme por la calidad del servicio y el asesoramiento que les presto -dice convencido-, no porque yo tenga mejor o peor precio que otros establecimientos”.

En su establecimiento, José Antonio ha colgado imágenes de sus inicios en la cochera de sus padres

Así es ‘SJ Suministros’

‘SJ Suministros’ está centrado en los profesionales. José Antonio lo define como un almacén “generalista”, porque tiene clientela de todo tipo, pero su ‘especialidad’ es la herramienta manual y, sobre todo, el acero inoxidable. “Creo que el surtido que tenemos no lo tiene nadie en la zona; es más, creo que tenemos la gama de tornillería más completa de toda la zona”, comenta. En total, tiene 4.000 referencias en stock y alrededor de 8.000 dadas de alta.

Además, dispone de todas las medidas de las diferentes herramientas y productos que venden en su almacén, que tiene 300 metros cuadrados, de los cuales 50 son de oficina. El almacén es alquilado; era difícil encontrar unas instalaciones así en el polígono industrial Los Urreas. Pero su objetivo es tener un establecimiento en propiedad, aunque admite que siempre le ha dado un poco de “vértigo” ir dando los pasos que, poco a poco, pero con paso firme, le van llevando a su objetivo.

El mobiliario lo adquirió en un supermercado valenciano que lo subastaba por cierre de negocio

Y a ese objetivo también va llegando poco a poco gracias al apoyo que le proporciona la central de compras GCI, de la que es socio desde hace “dos años más o menos”, señala. “Ellos me apoyaron cuando los clientes o los proveedores no me conocían de nada”, añade.

Ahora, con mobiliario que adquirió de un supermercado que cerró en Valencia, y después de sufrir un grave accidente cuando iba precisamente a recoger los muebles que se encuentran en ‘SJ Suministros’, ya tiene su propia nave, gracias también a un cliente que la dejaba vacía y se la ofreció en alquiler. Él trabajó de lunes a domingo sin descanso para montar su propio negocio, y de lo único que dice arrepentirse, con el paso del tiempo, es de no haber “estudiado inglés”, aunque sabe que es joven… y que todavía está a tiempo.