Plásticos, madera y metales industriales, entre los sectores más afectados por la falta de suministros

Según el informe trimestral de la economía española que elabora el Banco de España (BE), el 22 % de las empresas manufactureras de España se vieron obligadas a reducir su oferta el pasado mes de julio como consecuencia de la falta de suministros derivada de la crisis de fletes, contenedores y materias primas.

En dicho informe, la institución deja patente que los sectores más afectados son el de los semiconductores, los productos químicos, los plásticos, la madera o los metales industriales, “lo que está generando cuellos de botella” en la producción relacionada con estos sectores “que impiden que la oferta atienda la demanda de pedidos en los plazos requeridos“.

SECTORES AFECTADOS POR LA ESCASEZ DE MATERIAL O DE EQUIPO

FUENTES: Comisión Europea y Banco de España

Los problemas de abastecimiento continuarán…

De acuerdo con una encuesta de opinión elaborada en julio por la Comisión Europea, el porcentaje de empresas manufactureras de la Unión Económica y Monetaria (UEM) enfrentadas a escasez de material o de equipo marcó ese mes un máximo histórico, cercano al 40 %, porcentaje muy superior al 7 % que se registró a finales de 2020 y a los observados a lo largo de los últimos años.

Según las previsiones del BE, se espera que estos problemas “presenten una naturaleza transitoria y que se disipen paulatinamente a medida que la demanda se normalice y la oferta se adapte“, si bien es cierto que “es previsible -se indica en el informe- que los problemas de abastecimiento tarden en desaparecer todavía algunos meses“.

…y la presión inflacionista se podría agudizar en el futuro

Esta situación está provocando, tal y como refleja el BE, una presión inflacionista que, de cara al futuro, y a tenor de la evidencia histórica disponible, “cabe esperar que el fenómeno tenga un carácter transitorio”, aunque “no puede descartarse -añade el informe- una mayor persistencia en función del grado de traslación, por parte de las empresas, de los aumentos de los costes a sus precios finales”.

En relación, precisamente, con la traslación de costes, en el informe del BE se hace constar que, “de acuerdo con las opiniones de las propias empresas, no es descartable que estas presiones inflacionistas se prolonguen o agudicen en el futuro“.