La adaptación, clave para las empresas del sector textil español

La difícil situación económica también afecta a la evolución de la industria textil española, entre la que se incluye el vestuario laboral. Durante 2011 no se ha observado un patrón claro de comportamiento, ya que a periodos de subidas les han sucedido otros de bajadas y, después, nuevos ascensos.

Esto se debe al precio del algodón, que alcanzó su precio máximo la pasada primavera, con 2,5 dólares por libra. Después bajó, lo que generó una situación de incertidumbre añadida en los mercados, porque nunca había existido una volatilidad parecida con esta materia prima a lo largo de la historia.

El Índice de Producción Industrial del sector textil registró cinco cambios de tendencia durante 2011. Las bajadas llegaron al 11,2%, en junio, y las subidas, al 8,5% en enero. El Índice de Cifra de Negocios del textil también se ha modificado en cinco ocasiones, con descensos de hasta el 10,7% en octubre y ascensos del 20% en enero. El Índice de Precios Industriales vinculado al sector textil se ha mantenido en positivo durante los once primeros meses, pero no ha ocurrido lo mismo con el Índice de Precios al Consumo de vestido y calzado. De enero a junio estos aumentaron con tasas de hasta el 0,5%; de julio a septiembre bajaron, con descensos de hasta el 0,2%; y a partir de octubre han vuelto a subir.

Mayor peso de China

La globalización económica y la liberalización del comercio han sometido al sector textil a un intenso proceso de cambio y reestructuración. La competencia de China y el precio de las materias primas han hecho que solo los mejores sobrevivan. La actividad china en este sector ha estancado las exportaciones españolas y ha incrementado el déficit comercial del textil. La apuesta actual pasa por producir fuera, en países como China, India, Marruecos o Bangladesh, por el menor coste de la mano de obra, y diseñar dentro.

En el último decenio, los productos procedentes de China han multiplicado por seis su peso en las importaciones textiles españolas. Sus costes son menores y la calidad de las prendas, siempre que haya controles, es la misma que pueden tener las fabricadas en España.

Altibajos en la exportación

Durante siete meses de 2011 las exportaciones aumentaron, casi siempre en porcentajes de dos dígitos. En marzo, julio y septiembre descendieron, lo que demuestra que no existe un rumbo cierto en la evolución de la industria textil española. Las grandes empresas sí obtuvieron importantes beneficios, como Inditex. En el caso de compañías de vestuario laboral, como Velilla Confección Industrial, ha apostado por la modernización, con un gran stock y un rápido servicio de suministro, gracias a su planta logística de Albacete que en sus 20.000 m2 puede llegar a almacenar hasta 5 millones de prendas.