Reinhold Würth, líder del Grupo Würth, cuestiona sus inversiones en Alemania tras el éxito electoral de AfD, alertando sobre el impacto negativo en la economía y la cohesión social.
Reinhold Würth, conocido como el “rey de los tornillos” y propietario del Grupo Würth, ha expresado, en una entrevista que recogen varios medios de comunicación alemanes, su preocupación por el impacto del éxito electoral del partido Alternativa para Alemania (AfD) en sus futuras inversiones en el país. Würth, cuya empresa emplea a más de 27.000 personas en Alemania, ha señalado que sin los trabajadores extranjeros, la compañía enfrentaría serios problemas operativos.
Nos tomaremos nuestro tiempo para analizar y considerar si haremos más inversiones a mayor escala aquí en Alemania o si nos trasladaremos a otro lugar.
Reinhold Würth, propietario del Grupo Würth
AfD, un partido político con ideología nacional-ultraconservadora y euroescéptica, se posicionó en segundo lugar en las recientes elecciones europeas y generó inquietud entre los empresarios alemanes. Würth ha declarado que, si el partido continúa ganando poder, deberá reconsiderar sus inversiones en Alemania.
En una entrevista reciente mencionó la posibilidad de trasladar parte de sus operaciones fuera del país, dependiendo del clima político futuro. “Ahora, por supuesto, nos tomaremos nuestro tiempo para analizar y considerar si haremos más inversiones a mayor escala aquí en Alemania o si nos trasladaremos a otro lugar”, explicó el multimillonario de 89 años.
Dependencia de la mano de obra extranjera
Würth destacó que aproximadamente el 30 % de su plantilla en Alemania es de origen extranjero, lo cual es crucial para el funcionamiento de la empresa. La propuesta de AfD de deportar a personas con antecedentes migratorios, aunque tengan ciudadanía alemana, ha generado preocupación en el sector industrial, que depende en gran medida de la diversidad laboral para mantener sus operaciones.
El empresario enfatizó que la diversidad no sólo es un valor social, sino también una ventaja económica. La escasez de mano de obra cualificada en Alemania requiere una política de inmigración efectiva para ser resuelta. Würth, por último, advirtió que las medidas antimigratorias propuestas por AfD podrían perjudicar gravemente la economía y la cohesión social en Alemania, afectando la decisión de las empresas de invertir y operar en el país.