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Bricolaje en España

Pintar y decorar, las tareas más frecuentes del bricolador español

Los resultados del último estudio elaborado por Leroy Merlin acerca del comportamiento de los españoles ante el bricolaje muestran algunos datos interesantes, si bien no ofrece nada demasiado sorprendente. Quizá lo más llamativo es ese 77% que afirma que el bricolaje es una tarea que le gusta, porcentaje elevado que implica una actitud positiva ante esta actividad y que puede significar un buen potencial de desarrollo para un mercado que se ha situado siempre en niveles muy inferiores en comparación con otros países europeos. Esta afirmación se refuerza con la consideración del bricolaje como ocio, diversión y entretenimiento por parte de un 74% de los encuestados, frente al 26% restante que cree que es una obligación.

Otra de las conclusiones del estudio es que un 10% no ha practicado nunca bricolaje y otro 10% se muestra muy reacio a hacerlo. En cambio, un 11% es entusiasta de esta actividad y el resto, un 69%, se interesa por el bricolaje por los aspectos positivos emocionales que les aporta.

Otro dato interesante es que el 70% cuenta con ayuda de amigos o familiares en sus proyectos de bricolaje. En relación con la decoración del hogar, solo el 3% ha recurrido a decoradores profesionales, mientras que el 88% lo ha hecho por sí mismo. El 9% restante indica que la decoración de la casa la ha realizado algún familiar, fundamentalmente la madre o la pareja. Estas cifran cambian considerablemente cuando la pregunta es si contrataría a un decorador si se lo pudiera permitir económicamente. Entonces el 39% utilizaría los servicios de estos profesionales y el 61% seguiría prefiriendo decorar él mismo o con ayuda de familiares.

En los arreglos del hogar, solo el 22% lo hace por sí mismo. En cambio, el 10% siempre contrata a un especialista. El resto, el 68%, llama a un especialista en casos de cierta complejidad.

En cuanto a la primera tarea de bricolaje a la que los españoles se enfrentaron, pintar, decorar y ordenar son, por este orden, las más realizadas. Resulta curioso que la ordenación aparezca en tercer lugar, por encima de otras actividades supuestamente más comunes –sobre todo, en el caso de vivienda nueva-, como reparación y cambio de enchufes o montaje, forrado y equipamiento de armarios. Por otra parte, el 10% nunca ha hecho nada por sí mismo, dato que, sumado al 9% que no sabe o no contesta, da ese casi 20% que aseguraba que el bricolaje o no le gustaba o se mostraba muy reacio a practicarlo. En cuanto a las actividades menos practicadas, se encuentran los cerramientos de ventanas, cambio de puertas, calefacción y fontanería. Dentro del 10% del apartado de ‘varios’ destacan las tareas relacionadas con el montaje de muebles en kit. 

Satisfacción personal

Lograr la satisfacción personal es lo que anima al 30% de los encuestados a desarrollar proyectos por ellos mismos. En cambio, el ahorro se menciona en tercer lugar, con un 13%, por detrás del entretenimiento, que es valorado por un 19% como la razón principal para hacer bricolaje. Estos datos suponen una cierta sorpresa, porque siempre se ha pensado que los motivos económicos pesaban más en el bricolador español de lo que refleja este estudio. Por tanto, los aspectos emocionales prevalecen de forma significativa sobre los exclusivamente monetarios.

No obstante, la crisis económica y el difícil momento actual sí han hecho mella en los encuestados, ya que el 56% afirma que esta situación ha aumentado su predisposición hacia el bricolaje y los arreglos domésticos. Por tanto, la crisis se configura como una oportunidad para atraer a nuevos consumidores.

Por otro lado, un 7% utiliza el bricolaje para mejorar su hogar o determinados elementos, mientras que un 6% lo practica por la necesidad de introducir cambios en su entorno. También nos encontramos con otro 6% que asegura que lo hace por necesidad, porque no le queda más remedio (arreglos de urgencia, por ejemplo).

En el extremo opuesto, el de los aspectos que más desaniman, se encuentra el desorden, la suciedad y el deterioro del entorno como la principal causa, con un 20%. Le sigue muy de cerca la complejidad, con un 19%. En esta categoría se agrupan la percepción de dificultad, las inseguridades y la falta de conocimientos adecuados para abordar cada tarea. Tampoco hay que perder de vista el tercer motivo que más desmoraliza a los españoles y es la falta de tiempo (con un 14% de las respuestas). Este dato confirma la teoría de Leroy Merlin acerca de que los mayores competidores de las tiendas de bricolaje en España son precisamente las actividades de ocio (viajes, salir con amigos, televisión…), porque el bricolaje no deja de ser otra manera más de emplear el tiempo libre.

Existe un 9% que asegura que le faltan las herramientas adecuadas y, por ello, no realiza bricolaje, mientras que un 4% afirma que no tiene espacio suficiente. Por el contrario, para un 11% no hay ninguna excusa, ya que el bricolaje les supone satisfacción y entretenimiento.

La tienda, el mejor lugar para asesorarse

Prácticamente todos los encuestados reconocen que buscan asesoramiento en temas de bricolaje (un 97%) y el punto de venta todavía es su primera opción (36%). Después aparecen Internet, con un 21%, la familia, con un 20%, y algo más lejos, los amigos, con un 13%. El 84% asegura estar interesado en aprender sobre mantenimiento del hogar y bricolaje, frente al 16% que no le importa nada esta actividad. Este hecho abre grandes posibilidades al sector, siempre y cuando sepa aprovechar esta tendencia, a través por ejemplo de cursos de formación para usuarios finales en el propio centro, vídeos tutoriales en Internet, etc.

Destornilladores, martillos y alicates

Un 86% cuenta con caja de herramientas en casa, frente al 14% que no. Y los productos que mayoritariamente están presentes en los hogares españoles son las herramientas manuales, en especial, destornilladores (23,3%) y martillos (22,8%). Luego están alicates (13,6%), taladros (10,9%) y llaves inglesas (9,3%). Estos datos muestran la escasa profesionalización de los españoles en equipamiento para bricolaje, al contar con un surtido muy básico de herramientas.

Resulta curioso que, al preguntar si alguna vez habían utilizado un taladro, el 86% de los encuestados ha asegurado que sí (frente al 14% que no). Sin embargo, solo el 10,9% reconocía tener taladro en casa. 

Cuando se trata de adquirir nuevos artículos, el 26% lo hace para comprar aquellos de los que no disponía antes, mientras que el 13% lo que quiere es renovar los que ya tenía. El resto, un 61%, indica ambos motivos.

Todo ello sigue apuntando a la necesidad de emplear pedagogía como medio de atraer a nuevos consumidores hacia el bricolaje.

Reformas

A la pregunta de los tres primeros cambios realizados tras mudarse a una nueva casa, se produce una atomización en las respuestas, aunque pintar y realizar mejoras en la cocina y los baños se configura como las tres tareas más frecuentes (con un 9% en los dos primeros y un 7,5% en el caso de los baños). Después aparece la compra de muebles, la decoración, el cambio de suelos, dormitorios, electricidad, cerramientos e iluminación. 

En relación a la última reforma emprendida en el hogar, pintar sigue siendo la respuesta mayoritaria, con un 19%, seguida del baño (12%) y la cocina (7%). Llama la atención que el 20% indica que no ha realizado ninguna reforma reciente en su casa.

Mejorar los aislamientos de la vivienda actual se alza como el principal cambio deseado por los encuestados. Detrás se encuentran las instalaciones (19%) y los aparatos tecnológicos (electrodomésticos, audio, video, aire acondicionado, con un 17%). Un 16% se muestra descontento con la calidad de los materiales de su hogar, por lo que modificaría suelos, puertas, pavimentos, ventanas… La incorporación de soluciones domóticas es una prioridad para el 12%, mientras que un 11% mejoraría la fontanería.

Por zonas del hogar, el salón comedor es, con diferencia, la estancia en que los encuestados invierten más tiempo y dinero (54%). Cocina y dormitorio principal le siguen de lejos (11% y 9%, respectivamente).

En cuanto a la periodicidad de dichas reformas, un 23% asegura acometerlas más de una vez al año y un 28% asegura de forma anual. Un 16% afirma que hace mejoras en su hogar cuando lo necesita o cuando se lo puede permitir. Y hay un 15% que solo realiza cambios cada cinco años o nunca. 

Entre las razones por las que la decoración no se cambia más a menudo, se encuentran las económicas, con un 75%. Y vuelve a aparecer la falta de tiempo, con un 32%. 

Más información en Cuadernos de Ferretería y Bricolaje número 5.

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