Con la de este año serán ya 41 las campañas de matanza con presencia de la marca GARHE, empresa familiar que ha destacado siempre como referente en todo lo relacionado con la matanza doméstica.
Aunque la empresa está radicada en Amorebieta, muy cerca de Bilbao, su especial identificación con todo lo que significa la matanza comenzó a principios de los 80 en Asturias, provincia con la que hoy día sigue compartiendo una especial afinidad, pues fue la insistencia de uno de sus mejores clientes del Principado la que dio pie a la primera gran innovación aportada por esta marca, el desarrollo de la primera gama de picadoras de hierro fundido a motor fabricadas en serie para consumo doméstico.
Salvo algunos manitas que acoplaban a estos aparatos todo tipo de motores de manera artesanal en sus propios talleres, hasta entonces sólo se contaba con los modelos tradicionales de accionamiento manual, no existiendo una gama de picadoras a motor diseñada específicamente para uso doméstico y a precios asequibles.
Lo que al principio era una gama muy sencilla limitada a las picadoras y sus distintos accesorios, placas, cuchillas, embudos, etc, fue poco a poco creciendo con la incorporación de toda una familia de productos asociados. Primero fue la gama de embutidoras y, un poco más tarde, la de envasadoras al vacío, en cuya introducción GARHE fue una vez más pionera en su sector, presentando la primera envasadora al vacío doméstica como alternativa al tradicional embotado en aceite ya en el año 1996, lo que en aquel momento supuso una verdadera revolución en la manera de conservar el embutido.
Desde entonces la técnica del envasado al vacío se ha convertido en un complemento imprescindible para la matanza, lo que ha propiciado un crecimiento exponencial de este mercado, para el que existe hoy día una oferta abrumadora de envasadoras de todo tipo, desde las más sencillas y baratas hasta las más robustas de tipo semiprofesional, pero sobre todo del consumible asociado a estos aparatos, la gama de bolsas y rollos gofrados específica para el envasado al vacío en envasadoras domésticas, con la que GARHE fue también pionera a la hora de incorporar a su catálogo un amplio abanico de medidas con el que cubrir las muy distintas necesidades que presentan la gran variedad de embutidos producidos de manera artesanal en nuestra geografía.
Posteriormente, en el año 2004 introdujeron en catálogo la primera de la que es hoy su amplia gama de cortafiambres, con la que han dado el salto incluso a los modelos de uso profesional, para terminar de completar la familia en los años 2008 y 2009, cuando introdujeron sus primeras mezcladoras de carne primero únicamente manuales y después ya a motor, todo ello sin dejar año tras año de ir incorporando los más variados accesorios de uso habitual en la matanza, desde poleas, ganchos y balanzas con los que sujetar y pesar los animales ya sacrificados hasta sopletes a gas para eliminar el vello del animal o guantes peladores con los que limpiar la piel ya chamuscada.
Leer el reportaje completo en el número 76 de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje (Especial Punto de Venta).