Este sábado, 1 de julio, Coarco celebra su asamblea general. La cooperativa canaria lleva unos años, desde que se produjo el cambio de consejo rector, en una deriva incierta. O, mejor dicho, en una espiral descendente, en cuanto a resultados económicos y número de socios se refiere.
Ya hemos hablado sobre su futuro en anteriores ocasiones. Justo ahora hace casi un año, publicamos que la continuidad de Coarco se encontraba en duda por la bajada de ventas. Y los datos de 2022, que se presentarán oficialmente el sábado, confirman por desgracia que la situación ha empeorado. A los socios que se han dado ya de baja de la cooperativa se suman los que han dejado de comprar a través de ella o han reducido drásticamente sus pedidos.
Esto arroja como resultado una bajada del 24 % en las ventas de Coarco durante 2022, frente a las cifras de 2021, que ya eran malas. La suma total roza los 20 millones de euros, insuficientes a priori para mantener la estructura de la organización. Ya lo reflejaron los auditores el año pasado, en su informe del ejercicio 2021: la facturación ideal de Coarco estaría en unos 32 millones de euros. Pero la cooperativa podría subsistir con 24 millones de euros. Y destaco la palabra subsistir. ¿Qué sentido tiene una organización que se conforma con subsistir, con resistir? Las pequeñas ferreterías de las islas necesitan una cooperativa fuerte, que encare el futuro con garantías y que les permita crecer. No deberían de resignarse a tener únicamente un almacén en el que comprar. Puede que crean que es lo único que necesitan. Pero se equivocan.
Coarco , ¿es viable?
La imputación de pérdidas a los socios, en un porcentaje directamente relacionado con su volumen de compras a la cooperativa, ha provocado que muchos se hayan decantado por otras opciones para aprovisionarse. La imputación se recoge en los estatutos y la mayoría de afectados está respondiendo y pagando. Pero también provoca que, en general, los que más compran hayan dejado de hacerlo, para evitar o reducir al máximo dicha imputación.
En la asamblea del sábado se vuelve a votar sobre este punto: ahora, en relación a las pérdidas de 2022. Sin duda, habrá polémica.
Fuentes muy cercanas a Coarco se muestran convencidas de la no viabilidad de la cooperativa. Y argumentan que esta se sostiene por el apoyo que todavía le otorgan entidades financieras como La Caixa. Mientras tanto, los responsables de la cooperativa no explican los planes que han diseñado para asegurar su futuro. Nosotros hemos preguntado y no ha habido respuesta al respecto. A lo mejor el sábado se lo cuentan a los socios.
Ehlis, BigMat, Comafe… al acecho
Las ferreterías canarias, mientras tanto, han optado por aquellos grupos que les ofrecen los productos y servicios necesarios para continuar con su actividad. En posición ventajosa se encuentran Ehlis y BigMat. El primero ya cuenta con un almacén en Tenerife que incluye materiales de construcción (algo imprescindible en las islas) y en breve hará lo mismo en Las Palmas. BigMat, por su parte, antiguo colaborador de Coarco, ha aprovechado bien su posicionamiento entre los socios de la cooperativa para incrementar su liderazgo como especialista en construcción.
Por último, Comafe continúa preparando su desembarco en Gran Canaria y ya queda poco para estar operativo plenamente.
Como periodista que ama profundamente el sector de ferretería y bricolaje, me apena que el futuro de Coarco se presente tan negro. Porque el sector necesita que existan organizaciones fuertes que le impulsen a avanzar.