Y me alegro. Me equivoqué cuando publiqué en febrero mi opinión sobre el Congreso AECOC de este año. Decía que era descafeinado y me preguntaba por el protagonismo del sector. Pues, bien, reconozco que el congreso ha sido muy interesante y que aportó datos de valor. Además, había una representación más que correcta de empresas.
El análisis económico mundial, y aterrizado también a España, es necesario para entender mejor lo que está pasando, lo que puede venir y cómo prepararnos para ello. El economista Federico Steinberg ofreció información clara, sin sesgos políticos (lo que agradezco enormemente) y entendible.
El representante de GFK, consultora sobre la que, a veces, tengo bastantes dudas cuando analiza el canal de ferretería, también dio datos de valor de nuestro sector. Cuando acabó esta primera parte del congreso, la satisfacción general de la audiencia por lo que había escuchado hasta el momento era palpable.
Arrancó la segunda parte con una ponencia inspiracional y, al mismo tiempo práctica, sobre liderazgo y diversidad. Esta era la charla menos vinculada con el sector, pero también me pareció interesante.
Llegamos después al momento que más temía, por aburrimiento y por falta de coherencia: la presentación de Leroy Merlin. Aquí sí que no me equivoqué. Acerté de pleno: fue infumable. Y tuvimos que aguantar escuchar cosas como la importancia de la transparencia en la comunicación (¡ja, ja!) o el compromiso para impulsar el impacto positivo y minimizar el negativo en la sociedad y el medio ambiente (más ja, ja). No me voy a extender sobre estos temas, porque ya he dicho todo lo que pensaba al respecto.
La mesa redonda con fabricantes y distribuidores fue amena y salpicada con gotas de polémica -suave-. Teniendo en cuenta que este formato suele ser anodino, por lo políticamente correcto, con falta de conclusiones de valor, agradecí la valentía de los integrantes en decir lo que pensaban. Me divertí mucho con algunas intervenciones. Fíjate que se me hizo cortísima. Me hubiera gustado más tiempo para profundizar en algunos de los temas y para más preguntas del público.
Por último, el colofón del congreso lo puso el ilusionista y presentador Jorge Luengo, que quiso demostrarnos que debemos estar preparados para lo inesperado, mediante sus historias -muy bien contadas- y trucos.
En definitiva, que me equivoqué, de lo cual, repito, me alegro. Porque necesitamos eventos que vertebren el sector y afiancen los lazos que nos unen a todas las empresas que formamos parte de él.
Pues sinceramente Marta, de sabios es rectificar y eso te honra. A mi honestamente me ha parecido uno de los mejores Congresos a los que he asistido. Mi enhorabuena para todos los organizadores y los que lo han hecho posible, todos los que hemos organizado algún evento así, sabemos de la dificultad y el trabajo intenso que lleva detrás.