Lowe’s y Sodimac son dos grandísimas cadenas de bricolaje de América. Y les interesa España. O, más concretamente, los fabricantes nacionales.
Representantes de ambos distribuidores acudieron a Eurobrico, de la mano de AFEB, para exponer sus planes, entre los que se encuentra la diversificación de proveedores.
Lowe’s lleva tiempo mirando a Europa, con el objetivo de buscar alternativas a China e India. Por eso, cuenta con una oficina permanente en Ámsterdam (Países Bajos), desde la que se mantiene en contacto con marcas europeas capaces de fabricar los volúmenes que precisa para sus 2.200 tiendas. Precisamente, esto constituye el principal escollo para los proveedores españoles. De hecho, la primera pregunta que lanza el responsable de Lowe’s para Europa es: “¿Vais a poder fabricar para nosotros?” Un ejemplo: si cada centro necesita exponer diez puertas, en total estamos hablando de 22.000 unidades, que han de suministrarse en muy poco tiempo.
Sin embargo. ofreció dos alternativas. Por un lado, entrar en Lowe’s a través de Canadá, país en el que cuenta con más de medio centenar de puntos de venta. Y, por otro, comenzar con packs promocionales de productos diferenciales. En los dos casos, existen ya ejemplos españoles que han empezado a trabajar con la cadena o lo van a hacer en breve.
En cuanto a Sodimac, dispone, desde hace unos meses, de una responsable de producto B2B afincada en Barcelona. Este distribuidor chileno es el número uno del mundo del bricolaje en muchos países de Sudamérica. También busca en Europa proveedores alternativos.
Pero en esta misión inversa organizada por AFEB vino a presentar su proyecto B2B, coordinado con el Gobierno de Chile. Se trata de proporcionar a la población de este país la instalación de casas de unos 80 m2 a precios muy económicos y realizadas con productos sostenibles (y sin utilizar materiales húmedos, como cemento o yeso). El objetivo: instalar unas 200.000 casas en dos o tres años. Para equipar estos hogares necesitan proveedores y de ahí su interés por las marcas españolas.
Se abren nuevas oportunidades para las empresas europeas y españolas. La duda consiste en si estarán preparadas -o querrán prepararse- para asumir con eficacia los retos que ello supone.
Marta Jiménez
marta.jimenez@cdecomunicacion.es
