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Gestionar sin mezclar información

Hay un cuento muy recomendable en el libro de Jorge Bucay, ‘Déjame que te cuente’, sobre la conveniencia de No Mezclar para no cometer errores. El éxito en la gestión consiste en evitar errores y acertar en lo fundamental. Con el grado de incertidumbre que existe ahora, sería muy conveniente aplicarlo a la gestión de la empresa o nos perderemos en la selva de noticias que cada día tenemos a nuestra disposición. La enorme cantidad de información diaria, y algunas incluso contradictorias, requieren de análisis reflexivos.

No podemos ir metiendo toda la información en el mismo saco o acabaremos saliéndonos de la carretera de tanto volantazo. Hay que separar muy bien y saber clasificar las informaciones para no acabar teniendo mucha cantidad, pero poca calidad. A cada empresa, en cada momento, le afectarán algunas realidades y otras no y saber separar esto se ha vuelto vital en estos momentos tan caóticos y cambiantes.

Cada semana y cada mes podemos observar información de tipo macroeconómico o microeconómico. Se han de priorizar aquello que más nos afecten a cumplir con nuestros objetivos. Unas noticias nos afectarán de forma más directa y serán en las que podamos hacer algo al respecto. Otras nos afectarán de forma más indirecta y poco podremos hacer por darles soluciones. Aquí solo nos queda pensar cómo minimizar los impactos.

No afecta la misma noticia o el mismo dato a un fabricante que a un distribuidor o a un punto de venta. Hay que ser tremendamente realista y priorizar solo aquello que realmente nos afecte. E, incluso, si afectara a los tres, no lo hará nunca con la misma intensidad. Conviene no mezclar temas relacionados con otros sectores, ya que pueden contener trampas que nos hagan creer algo que después va a resultar totalmente al revés.

No se debe mezclar información ni temas relacionados con otros sectores

Tendencias

Sin embargo, se debe permanecer muy atentos a las famosas tendencias, ya que estas sí suelen afectarnos a medio y largo plazo, sobre todo. Por ejemplo, tendencias sociales nos indicarán cómo serán los futuros empleados que deberemos contratar y cómo tendremos que hacer para captar el talento necesario en esta era del conocimiento. Pero un dato de bajada de consumo de los productos que vendemos nos afectará de inmediato, ya que es obvio que el consumidor ha decidido priorizar su consumo hacia otros mercados, dejando, de momento, fuera el nuestro.

Otro ejemplo: la subida de los productos de marca blanca en el sector alimentación, que puede ser un indicador de que, con la inflación desbocada, quizás también afecte a nuestro mercado, pero no tiene por qué ser en la misma medida. Es el caso de mercados como el del automóvil, donde prácticamente no hay marca blanca, porque ahí sí son importantes para el consumidor algunos elementos como la seguridad, fiabilidad y el bajo consumo, entre otros aspectos que dificultan el tema de la marca blanca.

La situación actual resulta tan convulsa, que se parece a ir conduciendo y ver que se encienden todas las luces a la vez del tablero, lo que sin duda nos obligaría a parar el vehículo. Pero no se producirán todas las averías a la vez. No podemos, por tanto, mezclar, sino averiguar, qué ha pasado realmente. Otro ejemplo de mezcla en la cabeza de los consumidores sería que todos piensen que sus electrodomésticos gastan mucho, cuando no tiene nada que ver uno actual con uno mucho más antiguo ni unas marcas que otras. En la televisión sale constantemente, cada vez que se habla del encarecimiento de la luz, algún electrodoméstico, como si solo eso fuese lo que gastamos en realidad y no hubiese nada más.

No mezclar información

En resumen, mucho cuidado con tanta información y mucho cuidado con mezclar cosas que no nos van a permitir mantener esa claridad de ideas que hace falta ahora para saber simplificar, reducir el ruido, separar el grano de la paja y priorizar con acierto. Esto no va a parar y vamos a seguir con problemas derivados de la inflación, la destrucción del granero de Europa que era Ucrania, la falta de gas en Europa para este invierno, los precios desorbitados de la energía y demás situaciones geoestratégicas que nos influyen o influirán en el medio plazo.

Se ha de estar muy atentos desde luego, pero sin volverse locos. Sabemos que, sin estrategia, no vamos a ningún sitio. Pero también que debemos ir adaptando las distintas estrategias a la situación actual de este mundo loco y sabiendo que hay una parte psicológica que hace cambiar a los consumidores por oleadas.

Como ha confirmado la prensa, este verano se ha gastado mucho y el otoño, así como el invierno, será duro con las subidas de precios. Pero en esos movimientos de los consumidores también se encuentran las oportunidades y hay que captarlas a la primera y llevarlo a nuestra oferta.

Nunca perdamos la perspectiva de que estamos para defender nuestras empresas y comercios y no para llevar a cabo políticas pendientes de lo que se diga en cada momento.

-Un soldado no lucha porque odie lo que tiene delante, sino porque ama lo que tiene detrás.

-Las buenas intenciones, si no se ciñen a la realidad, solo traen calamidad.

-Ningún proyecto, por perfecto que parezca, sale al 100 % como se diseñó.

-Ninguna expansión organizativa se ha realizado sin dolor.

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