Aunque no exactamente. Digamos que 2019 representa el punto de partida. Pero incluso por encima. No lo digo yo.
Así lo reflejan los primeros datos que estamos recibiendo de la encuesta que pusimos en marcha ayer (1 de septiembre). De momento, más de 120 respuestas de profesionales de la ferretería y el bricolaje, que nos cuentan cómo han sido para ellos los meses de julio y agosto.
Y, objetivamente, los datos son positivos. Reflejan una vuelta a la “normalidad” que vivíamos en 2019 que, si recuerdas, fue un buen verano y un buen año.
¿Qué muestran los datos de la encuesta?
(Hasta el momento, claro. Todavía puedes votar. Es aquí: ENCUESTA)
Que el 23 % ha logrado unas ventas similares a las de 2019.
Pero es que para el 45 % los resultados han sido mejores.
En relación con 2021:
El 31 % ha mantenido sus ventas en niveles parecidos. Y recordemos que fueron altas.
Pero es que el 30 % las ha aumentado por encima del 5 %.
Y “solo” el 39 % ha registrado una facturación inferior a la del año pasado.
De confirmarse estas cifras (cuando cerremos la encuesta en unos días), significará que el sector habrá regresado a los cauces habituales de su actividad. Con la incertidumbre que nos rodea, la normalidad me parece una buena noticia.
Los más impacientes replicarán:
“Ya, 2022 lo salvamos. Pero, ¿qué pasa con 2023?”
Eso, como decía Michael Ende en ‘La historia interminable’, “es otra historia y debe ser contada en otra ocasión”.
Las ferias que nos esperan en las próximas semanas (Coferdroza, Expocadena, Eurobrico) quizá nos ofrecerán pistas para saber cómo continuará la historia.
Marta Jiménez
Creo que muchos de nosotros efectivamente estamos tomando 2019 como el último año normal con todos los sobresaltos tan impactantes que hemos vivido desde entonces. No obstante, teniendo en cuenta los incrementos muy importantes que ha habido en los precios, deberíamos guiarnos en primer lugar por las unidades que hemos vendido y no tanto por las ventas si queremos analizar más objetivamente la evolución de nuestro negocio.