En estos tiempos inciertos, también en el sector de ferretería y bricolaje la logística marca la diferencia. La logística, un término militar al que nunca se le dio demasiada importancia, es ahora una de las claves que marca la diferencia en el mundo de los negocios. Y también en el militar. Que se lo pregunten si no a Putin, que atacó Ucrania con tanta precipitación que a los pocos días sus tropas no tenían con qué alimentarse ni sus vehículos con qué repostar.
En un sector tan atomizado -por número de referencias y por la dispersión de puntos de venta- como el que nos ocupa, la logística adquiere un papel crítico. Es verdad que no tiene la exigencia de la alimentación o del gran consumo, en general; pero la dependencia de las fuentes de origen de materiales y productos, sobre todo de China, genera una tensión permanente que obliga a hilar muy fino.
La subida de las materias primas y del coste de los fletes, añade suspense a la cosa porque puede suponer ganancias extras si el aprovisionamiento se hace antes de una de las frecuentes alzas de precios.
Más stocks y más automatización
La respuesta al reto logístico pasa por el aseguramiento de canales de suministro fiables y por la optimización de las existencias. Se dice rápido pero su realización es compleja y no siempre viable.
Desde la eclosión de la pandemia del Covid, las principales organizaciones del sector se han lanzado a aumentar su capacidad de almacenamiento. Sirvan como ejemplos los siguientes:
- Ehlis duplicó su almacén de Tenerife y empezó a construir un gran centro logístico en Illescas
- Unifersa construye un nuevo centro logístico con el doble de capacidad del anterior
- Comafe se trasladó de sus tradicionales instalaciones de Leganés a un almacén mucho más automatizado y flexible, en Getafe.
- Elektro 3 amplia sus instalaciones y monta un ‘show room’ de referencia.
- Leroy Merlin amplia su capacidad logística para intentar mejorar el servicio de la venta online
- Imprex adquiere unas naves frente a sus instalaciones en el polígono de Fuenlabrada para optimizar su e-commerce.
- Grupo Desa duplica la superficie de su centro logístico en Valls, Tarragona
- Wolfcraft amplia en un tercio sus instalaciones centrales en Alemania para evitar roturas y aumentar su capacidad de entrega al cliente
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Más stocks y mayor grado de automatización, sumada a la imprescindible digitalización de los procesos.
La diferencia está en la disponibilidad
En las relaciones comerciales, cada elemento tiene su importancia relativa. Todos tienen una función que cumplir que, por cierto, varía en función de las circunstancias. En la actualidad, las circunstancias tienen que ver, como decía más arriba, con la inestabilidad de las materias primas -precio y disponibilidad-; el precio de los fletes y un mercado que se mueve a bandazos.
“Unos días parece que se ha parado el mundo y no vendemos una escoba. Y al día siguiente los clientes se ponen de acuerdo para saturar el área de pedidos. Sin motivo aparente”, me decía la semana pasada un proveedor madrileño del área de ferretería.
En este escenario, la disponibilidad gana protagonismo, lo cual pone el foco en el aseguramiento del suministro mediante una concienzuda planificación y teniendo siempre preparado un plan B por si colapsa la cadena habitual. Todo un reto, por cierto, para los responsables logísticos de las compañías, que se han convertido de un tiempo a esta parte en protagonistas de una película de suspense en la que uno no sabe por dónde le va a venir el próximo susto.
Reconocimiento
La semana pasada, el área de logística de C de Comunicación hizo reconocimiento público del papel esencial de la logística en el mundo de los negocios actual, entregando los I Premios Calidad e Innovación en Logística y Manutención. Desde los fabricantes de componentes para carretillas elevadoras hasta las grandes plataformas logísticas, pasando por los almacenes automáticos, el software o los operadores, fueron distinguidos mediante encuesta pública realizada por una empresa de análisis e investigación de mercados.
Muchos de ellos son habituales proveedores de las empresas del sector de ferretería y bricolaje y quiero aprovechar estas últimas líneas para agradecerles su inestimable colaboración para superar todos los retos a los que nos enfrentamos. Y reconocer su condición de factor esencial para marcar las diferencias.
Feliz semana.