La semana pasada no ha sido de las mejores, no señor. En lo general, los pronunciamientos del parlamento catalán han generando incertidumbre en el sector. En el mejor de los casos, aunque finalmente no tengan ninguna consecuencia irreparable, están paralizando o al menos retrasando planes empresariales de fabricantes y de distintas organizaciones de distribución. En lo particular, Bricoking ha dado un susto a sus proveedores, no haciendo frente a los pagarés que vencían y anunciando una refinanciación de la deuda pendiente.
La noticia, filtrada el pasado martes y publicada por C de Comunicación el jueves después de contrastarla con numerosas fuentes, ha supuesto un jarro de agua fría para el sector en un año en el que el mercado ha recuperado parte del tono perdido durante el periodo de crisis.
El lastre de su deuda bancaria, refinanciada hace unos meses, ha obligado a la enseña gallega a tomar medidas para no abocarse a un concurso de acreedores. Bricoking ha convocado a los proveedores para explicarles la situación actual y sus planes de futuro. Mientras tanto, para mantener su actividad comercial con ellos, les ha comunicado que los pedidos pendientes, así como los que se realicen de ahora en adelante serán abonados al contado, añadiendo que el descuento por pronto pago disminuirá directamente la deuda pendiente.
No es la primera vez que sucede algo parecido con Bricoking y sus proveedores. Hasta ahora, las cosas se han ido reconduciendo y, el máximo responsable de la compañía, Juan José Jaén, ha hecho gala de una transparencia ejemplar, poniendo sobre la mesa la situación de la empresa y sus planes para equilibrar su balance y mejorar la cuenta de resultados.
Es de desear que en esta nueva encrucijada, la empresa, que cuenta con 22 centros abiertos al público y una facturación próxima a los 40 millones de euros, encuentre fórmulas satisfactorias para todas las partes y pueda seguir siendo un referente de las medianas superficies de bricolaje en Galicia. Digo esto porque es conocido el interés de Bricoking por deshacerse de los puntos de venta fuera de la comunidad y centrar toda su actividad en las cuatro provincias gallegas. Recientemente ha habido negociaciones para vender algunas tiendas a Bricorama, pero el acuerdo no ha sido posible, al menos hasta el cierre de estas líneas.
Correcto y bien escrito
Que las posturas del parlamento catalán gusten más o menos, dañen más o menos, no tiene nada que ver con que una empresa gallega decida no hacer frente a sus pagarés. Puesto todo en el mismo párrafo, separado sólo por un punto y seguido parece no ser una casualidad.
Sinceramente no entiendo que tiene que ver la situación política de Catalunya con que una empresa decida no afrontar sus pagos. Debería ser independiente ya que la responsabilidad de las empresas debería ser siempre hacer frente al pago de sus facturas. ¿O es que esa empresa ha tomado esa decisión en las últimas semanas? Por lo que veo, en el mismo artículo se habla de una refinanciación realizada hace unos meses ¿No será que llevaba tiempo con una política que le ha abocado a esta situación y que nada tiene que ver con los movimientos políticos? Me pregunto porqué tanto interés en politizarlo todo y en poner en primera línea del debate el tema catalán.