Los cuatro días que he pasado la semana pasada en Ferroforma-Bricoforma me han dejado un regusto agridulce. Y por lo que he podido compartir con otros expositores y visitantes de la feria, me parece que no he sido el único que ha acabado con esa sensación. Es como si la vigésima edición del certamen hubiera supuesto un punto y aparte en su devenir histórico. Mi sensación –porque de sensaciones y no de otra cosa hablo- es que hemos vivido la última Ferroforma tal y como la hemos conocido hasta ahora.
Otros profesionales con los que he tenido la oportunidad de compartir la feria me han confesado que tenían una sensación parecida. La fórmula, tal y como la hemos conocido, se ha agotado. Es hora de reinventarse y de adaptarse a la realidad de un sector, el de ferretería y bricolaje, que ha evolucionado, que ya no es el que era en los años setenta, ochenta, noventa o en la primera década del nuevo siglo.
El entrañable acto de homenaje que los responsables del BEC prepararon para reconocer la contribución de empresas y profesionales a las veinte ediciones de Ferroforma, tuvo un halo de melancolía que al menos a mí me hizo pensar más en el pasado que en el futuro. La mayoría de asistentes al acto éramos veteranos curtidos en mil batallas, las imágenes nos traían recuerdos de las gloriosas ediciones pasadas y de algunos de los patriarcas de la ferretería española, pero el futuro no estaba allí.
En los estands, en los pasillos, en el entorno fuera de la feria, había –para mi gusto- demasiado conformismo. Me incluyo entre los que han acudido a la feria con expectativas bajas y ha vuelto a casa con las expectativas cumplidas. Ese es uno de los problemas, las expectativas. Cuando son bajas, caemos en el conformismo. Es verdad que si hubieran sido altas, habríamos caído en la frustración y sería aún peor.
Ni Ferroforma ni los que hemos tratado de impulsar y apoyar su celebración desde el Comité Técnico Asesor, hemos conseguido superar la atonía del sector. Lo decía el presidente del CTA, Fernando Bautista, gerente de Cofac: “Tenemos que trabajar desde ahora mismo para reinventar la feria. SI no es así, corremos el riesgo de que sea la última”. Y yo añado que –en mi opinión- sería muy mala noticia que el sector de ferretería perdiera una de sus referencias clásicas y un punto de encuentro que ha sido una de sus señas de identidad durante casi cuarenta años. El reto es para todos.
Quisiera dar mi modesta opinión sobre la poca asistencia a Ferroforma de esta edición y las anteriores.Cuando debería ser al contrario pues la organización ha renovado y mejorado en casi todo,organización,recinto, pabellones, fechas,marqueting, información,propaganda ,facilidades para ir al recinto ferial. Pero se han olvidado de dos cosas muy importante como son reajustar los precios de los STAND a precios de crisis actuales y otra, quizás la mas importante, hoy en día las ferreterías “pequeñas” no podemos acudir en los días centrales de la semana, cuando si estuviera abierto sábado y domingo podríamos aprovechar el viernes ,sábado o domingo para asistir.
Para Arregui el balance de la feria ha sido positivo. Hemos presentado dos nuevos catálogos y numerosas novedades, y hemos recibido en nuestro stand a un numero interesante de key-customers, ferreteros y agentes comerciales. Como ya imaginábamos que el número no sería tan grande como el de hace años, nuestro gasto en el stand fue menor, lo que compensa las cifras. Todo eso no quita para que tras la feria nos surjan algunas preguntas: * Por qué no todas las cooperativas de ferreteros enviaron a sus compradores (no a los gerentes), como sí lo hicieron los grandes operadores (Adeo, Bricodepot, Carrefour, …)? * Por qué se empeña la feria en gastar dinero en buscar visitantes por todo el mundo y no gasta ese dinero en facilitar el desplazamiento de los ferreteros nacionales? Nosotros ya exponemos en América o Asia para vender en esos mercados! A los que queremos ver en Ferroforma es a los de aquí. * Se podría aliar Ferroforma con alguna de las organizaciones que quieren imitar el modelo de “feria de pedidos” de Cadena 88, y así nos evitamos que cada cual cree la suya? Entiéndase todo esto con ánimo constructivo. Como decía al principio, nuestro balance… Leer más
Uno de los fracasos importantes ha sido el cambio de horario (antes era de 10 a 19 horas, ahora de 9 a 18 horas). El problema fue de comunicacion de ese cambio, ya que los visitantes no se habian enterado, y por tanto seguian viniendo a partir de las 10.
La ubicacion de la feria sigue siendo uno de los principales obstaculos. Una ubicacion central, por ejemplo en Madrid, supondria facilitar a todos la llegada y estancia, sin tener que gastar en hacer noche. Las ferias cada vez atraen a menos publico, asi que o se lo ponemos muy facil, o Ferroforma seguira languideciendo.